La estampa de Les tres caigudes, que tiene lugar tras la Tornà de la Romeria y antes de que comience la Procesión de Penitentes, en la noche del tercer domingo de Cuaresma, tiene un origen incierto. Se supone que arranca en el siglo XVII, época en la que la religiosidad popular se mostraba en las calles en celebraciones e imágenes como un elemento didáctico de hechos concretos de la religión católica, para que el pueblo conociera mejor el significado de la religión.

Les tres caigudes, uno de los rituales más hermosos de los festejos de las fiestas fundacionales, representan la adoración y el respeto hacia Dios, plasmado en las tres genuflexiones consecutivas que, ante el paso del Cristo de la Sangre que sale en la procesión, realizan cuatro niños que representan a San Juan, Santa María Magdalena, María de Cleofás y la Virgen María.

El acto tradicional, que se desarrolla en el Forn del Pla, en la calle Sant Roc, pone el cierre a la recuperada La Tornà, al tiempo que es punto de arranque de la Procesión de Penitente . H