En España, las ansias de poder de algunos políticos están llevando a los ciudadanos a un cúmulo irresponsable de mentiras para justificar sus errores de gestión e incluso sus planes ilegales. Por suerte, los ciudadanos tenemos criterio. El sentido común de la mayoría de españoles se va a imponer por encima de los intereses de algunos políticos que lo único que quieren es una silla, aunque sea a costa de la estabilidad del país. Con esta actitud demuestran que les importan poco los problemas diarios a los que nos enfrentamos el resto de los ciudadanos.

Nadie duda de cuales son los asuntos sobre los que deberíamos estar hablando: de corrupción, de cómo mantener nuestro sistema de la seguridad social y pensiones, de cómo mejorar el reparto de las partidas de presupuestos, de cómo ayudar a los españoles que aún están pendientes de un hilo porque no encuentran un trabajo o uno decente. Sin embargo, toda la atención se ha volcado en asuntos que confrontan a los ciudadanos, que lo único que quieren es vivir con tranquilidad y con sus necesidades garantizadas. A veces, por conseguir más poder o por tapar sus miserias, han convertido nuestro país en un campo de batalla.

En el pleno del Congreso, el PSOE se abstuvo a la hora de dar apoyo a las instituciones, a la legalidad y a la Constitución, sin dejar de mirar a Podemos ni siquiera en un asunto tan grave como el que ocurre en Cataluña. Mientras, se niegan a participar en la negociación de los presupuestos para los españoles, rechazando la ampliación de permisos de paternidad o ayudas para familias con hijos de 0-3 años. Mientras estos partidos se miran el ombligo dejan en segundo plano los problemas reales de los ciudadanos. Ciudadanos seguirá encabezando la estabilidad a cambio de reformas.

*Diputada en el Congreso de Ciudadanos por la provincia de Castellón