Querido/a lector/a, al ver estos días a los de Vox & Cía pedir libertad por las calles de Madrid, me he acordado de que en alguna ocasión he leído que lo peor de la historia de España, su peor problema, es la derecha. Entre otros motivos porque no suele ser liberal, moderna, democrática, europeísta y, además, porque parece ser que evoluciona mal.

En mi caso y si me atengo a los años que por edad o cercana experiencia puedo conocer y hablar con cierta garantía, he de admitir que la realidad confirma eso de que el mal de España es su derecha. Tanto es así que mirar hacia atrás es ver el golpe de Estado contra un gobierno republicano legítimo y la guerra civil con centenares de miles de muertos. Incluso durante 40 años mantuvo una dictadura que nos apartó del tren del progreso. No construyó una identidad nacional democrática y compartida por ganadores y perdedores, sino que elaboró una noción de España en contraposición con un enemigo interno de rojos, ateos, etc. Tragó a regañadientes con la Constitución y, en estos momentos, se dividen entre quienes la quieren desmantelar y los que la quieren mantener como un fósil, sin adaptar al siglo XXI. Intentaron imponer sus valores morales como exclusivos y se opusieron al divorcio, el aborto, etc. En la anterior crisis optaron por políticas austericidas que recortaron el Estado del Bienestar, abandonaron a los sectores más vulnerables y fomentaron la desigualdad... ¿ Y ahora qué? Ahí los tenemos: pidiendo libertad en una democracia política, saliendo a la calle en época de cuarentena y acusando al gobierno de criminal. Es decir, sin dar una en beneficio de España. Aunque lo peor es que imposibilitan el diálogo, bloquean instituciones y dividen y tensan la sociedad. Más o menos.

*Analista político