Puig no es capaz de sentarse a hablar y tratar de encontrar vías de consenso en una situación de grave crisis a pesar de llenarse la boca apelando a la unidad y diálogo. Dice una cosa pero hace justo la contraria. A mi propuesta de mano tendida como representante del principal partido de la oposición su respuesta es el desprecio. A mi intento permanente, desde que se declaró el estado de alarma, de establecer pactos concretos con inversiones reales para ayudar a la gente y que los políticos lideráramos unidos la necesaria tarea de reconstrucción, el presidente de la Generalitat continúa haciendo oídos sordos. Puig, aunque se comporte con sectarismo ideológico, no debe olvidar que es el presidente de todos los valencianos y no solo de los que le votan, y como tal debería comportarse. Todo en él es una pose propagandística. Todo lo hace de cara a la galería, con buenas palabras, pero luego no hace nada ni gestiona, siempre a rebufo. Aboga por el consenso para superar un futuro muy complicado y luego echa a correr en dirección contraria.

Ante esta actitud, le he remitido una carta para constituir en Les Corts de forma urgente un grupo de trabajo con la participación de todos los grupos políticos que elaboren los presupuestos de la Generalitat para el año 2021 en que, tras el análisis de la situación provocada por la pandemia, aportar iniciativas y propuestas para superarla.

Desde el PPCV le hemos venido ofreciendo acuerdos desde el mes de abril. El último, en el debate de política general de hace dos semanas, le ofrecíamos nuestro apoyo si se comprometía a reducir el sector público y número de altos cargos y asesores en un 30%, a blindar por ley el gasto público para sanidad, a reforzar la atención primaria y un plan de choque para afrontar las listas de espera. También le pedíamos garantizar una educación de calidad y segura para docentes y alumnos con la creación de la enfermería escolar, test periódicos, digitalización de los centros educativos y conciliación para las familias, el compromiso de no subir los impuestos a los valencianos, un plan de impulso de más de 600 millones de euros para la industria, autónomos y el turismo, o reforzar nuestros servicios sociales ante la pandemia.

Ahora, en vista de su silencio y de que no da ningún paso, vuelvo a ponerme a su disposición para hablar de todo y ayudar a unos ciudadanos que, en muchos casos, empiezan a estar desesperados por su incierto futuro. Por eso le he propuesto a Puig formar ese grupo de trabajo que elaboren los presupuestos de 2021 que son clave dadas las circunstancias.

En estos momentos en que se requiere altura de miras nos volvemos a poner a su disposición para sentarnos y aportar iniciativas y propuestas que ayuden a superar la crisis. Le pido pasar de las palabras a los hechos. Los valencianos esperan que lleguemos a acuerdos y que nos sentemos a negociar los presupuestos de la Generalitat para el próximo año. Desde el PP no podemos hacer más. Nuestra mano sigue tendida. ¿Será Puig capaz siquiera de sentarse a hablar por una vez? H

*Presidenta del PPCV