La segunda ola del covid se extiende por Europa y obliga a restringir de nuevo la movilidad para disminuir la tasa de contagio y evitar que el sistema sanitario se desborde. Aquí en España son mayoría las comunidades autónomas con confinamiento perimetral, así como numerosos los municipios que también tienen impuesto ese tipo de confinamiento. Como consecuencia de todo ello la actividad económica y el empleo no remontan, especialmente en los sectores económicos relacionados con el turístico, el ocio y la restauración que han recibido un fuerte varapalo con la extensión de esta segunda ola.

En ese contexto las inversiones privadas tienden a retraerse ante la incertidumbre, lo cual agrava la situación económica de forma inmediata porque no crean los puestos de trabajo que sería de esperar y a corto plazo porque no se dispondrá de esas ampliaciones o modernización de instalaciones que permiten aumentar la capacidad productiva de muestras empresas y su competitividad.

El gobierno español, consciente de la necesidad de que lo público actúe para que nadie se quede atrás y para que desarrolle un ambicioso plan de inversiones productivas que tenga un efecto tractor sobre la economía, ha presentado unos presupuestos generales del estado que responden a estos retos, además de incrementar notablemente, como nunca en nuestra historia, el gasto en sanidad, reforzando el sistema nacional de salud, en educación, en fomento del empleo, en política de vivienda y en protección social.

Las empresas públicas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), tienen en estos presupuestos un papel primordial para empujar la inversión pública dando un impulso modernizador a nuestra economía. Mientras se desarrollen esas infraestructuras productivas se creará crecimiento económico y empleo, y cuando entren en funcionamiento seguirán haciéndolo porque darán mayor competitividad a nuestra economía. Las siete mayores empresas públicas del MITMA invertirán en 2021 un total de 7.900 millones de euros, un 32% más que lo consignado en los vigentes presupuestos de 2018. Esta cifra es algo más que un enorme presupuesto inversor: es un gran pulmón inversor público para la recuperación económica que además pretende trasladar al sector privado que estos momentos hay que aprovecharlos invirtiendo en infraestructuras de futuro. Si el sector privado sigue la estela del público, entraremos en un círculo virtuoso que impulsará el crecimiento económico y el empleo con un vigor que nos hará olvidar pronto los perniciosos efectos de esta crisis en estos ámbitos.

De las inversiones previstas en el anteproyecto de presupuestos del estado, destacan las del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, tanto en líneas de alta velocidad como en las convencionales, que son las que mayor incremento presupuestario tendrán pasando de los 863 millones de 2018 a 1.827 millones. Además de un fuerte impulso a la red de alta velocidad y del corredor Mediterráneo, Adif acometerá la modernización de la red de cercanías y la destinada al tráfico de mercancías con el objetivo de que nuestro país deje de ser farolillo rojo europeo en la cuota de ferrocarril en el transporte terrestre. En ello Adif y Puertos del Estado van de la mano, dado que los puertos son los principales generadores de carga ferroviaria ya que por ellos pasan el 80% de las importaciones y el 60% de las exportaciones. Todas esas mercancías serían ferrolocalizables en un buen porcentaje si los puertos dispusieran de una buena conectividad con la red general de ferrocarril y para impulsarlas Puertos del Estado tiene activo un fondo de accesibilidad terrestre portuaria. La alianza por la potenciación de ferrocarril pasa, como no, por Renfe que incrementa sus inversiones de 278 millones hasta 856.

Aena también colabora en el impulso inversor pasando de 644 millones a 923 destinados a la modernización de aeropuertos y a cumplir con el Dora, un documento de regulación aérea.

Respecto al ente que me honro en presidir, Puertos del Estado, las inversiones pasan de 806 millones a 1.001, destinadas, además de a la conectividad ferrovaria antes mencionada, a incrementar la seguridad de los puertos, a impulsar su digitalización, a sostenibilidad medioambiental y a transición energética (contribuyendo a la descabornización, por ejemplo con electrificación de los muelles que evite que los buques tengan sus motores en marcha, y con aumento de la potencia instalada de generación de energía renovable).

Para que estas cuantiosas inversiones puedan realizarse lo más rápidamente posible, dada la necesidad de impulsar la economía, el Presidente Pedro Sánchez ha anunciado que se están revisando los procedimientos administrativos para aligerarlos. Solo de esta forma se podrá aprovechar el plan de recuperación que aprobará la Unión Europea a principios del próximo año.

En definitiva, los presupuestos elaborados por el MITMA para las empresas públicas Adif, Aena, Renfe y Puertos del Estado en 2021 son ambiciosos porque están comprometidos con el futuro de nuestra economía y del empleo para superar cuanto antes los efectos secundarios perniciosos de la crisis sanitaria. H

Presidente Puertos del Estado