Esta semana hemos dado un paso crucial para el futuro y presente de nuestra ciudad con la aprobación del Plan General Estructural de Castelló.

Es esencial agradecer la enorme tarea realizada por el equipo humano del Ayuntamiento para llegar a este punto de la maratoniana tramitación del Plan General. Un trabajo al que se suman los procesos participativos de #CastellóCiutatViva que han servido para recoger inquietudes y sugerencias que, sin duda, mejorarán nuestro modelo de ciudad.

La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, se comprometió en 2015 a tener un planeamiento urbanístico para Castelló. Cumplimos con nuestra palabra. Quién no cumplió fueron los anteriores gobiernos del PP que, en lugar de asumir el fallo judicial que anuló su plan, optaron por la rebeldía política. Es esencial hacer memoria, ya que el PGOU de 2000 no cumplió las exigencias legales en materia de participación pública. Fue un gobierno popular el que gobernaba en 2008 cuando el Tribunal Supremo lo declaró nulo y cuando en 2011 el mismo tribunal recordó que su plan «era radicalmente nulo». Alberto Fabra primero y Alfonso Bataller después retrasaron seis años la recuperación del plan.

La responsabilidad de los gobiernos progresistas del Pacte del Grau y del Acord de Fadrell ha sido la de recuperar el tiempo perdido. Durante los primeros cuatro años de gobierno progresista se consiguió cumplir la tramitación esencial para restaurar la norma urbanística. Fue un proceso riguroso y exigente, más lento del que nos hubiera gustado. El mandato anterior, abril de 2019, se cerró con la aprobación de la propuesta del Plan General Estructural. Por desgracia, Castelló vivió uno de los momentos más bochornosos que se han vivido en el pleno municipal cuando PP y Ciudadanos, en lugar de exponer, debatir o incluso criticar el modelo urbanístico que se proponía para nuestra ciudad, decidieron esconderse e irse del pleno dando la espalda a la ciudadanía.

Ahora, tras la aprobación provisional en el pleno, estamos ante el Plan General Estructural más democratizado que nunca ha tenido Castelló. Un plan que dibuja un nuevo modelo de ciudad que apuesta por un urbanismo con perspectiva de género, sostenible, verde, inclusivo, que protege el patrimonio natural e histórico y contribuye a la mejora de la calidad de vida de las personas.

Frente a este hito, que además supone devolver a la ciudad la seguridad jurídica necesaria para atraer inversiones, el PP pasará a la historia como el partido que votó en contra del progreso en Castelló. Y ello a pesar de haber sido los responsables de que la ciudad se quedara sin plan urbanístico durante años.

Portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló