Todavía recuerdo la salida de la anterior crisis económica, la inmobiliaria que, en los años siguientes al 2010, tan duramente golpeó al empleo en nuestra provincia y, en particular, en nuestro sector industrial de referencia: el del azulejo.

Recuerdo la negociación del convenio colectivo del azulejo en aquellos años de gran dificultad, posteriores al 2010, en los que los sindicatos hicimos grandes esfuerzos, de contención en nuestras reivindicaciones y de colaboración con la patronal Ascer, con el objeto de frenar la sangría de desempleo que la crisis estaba ocasionando. Era el momento de actuar con generosidad y responsabilidad y los sindicatos y los trabajadores estuvimos a la altura de las circunstancias y ayudamos a las empresas a salir de la crisis y a emprender una senda de crecimiento y riqueza en el sector.

Esa senda que los sindicatos ayudamos a construir ha cristalizado hoy en un sector más fuerte y competitivo, que ha incrementado notablemente sus cifras de exportación, que atrae a grandes grupos de inversión por su alta rentabilidad y que genera, en definitiva, cuantiosos beneficios. Un sector, por ende, que ha sabido convertir la actual pandemia en oportunidad, manteniendo o incluso mejorando sus resultados.

En este contexto de bonanza y en plena negociación del convenio del azulejo que ha de regir la relación entre trabajadores y empresas en los próximos años, nos hemos encontrado con una patronal avara y codiciosa, empeñada en eliminar o congelar los derechos de los trabajadores que tanto costó conseguir y tanto se merecen, como la congelación de la antigüedad, la flexibilización de la jornada y la compensación y absorción de los incrementos salariales.

Ni un solo gesto ha tenido la patronal para abordar los problemas expuestos por los sindicatos, como la inadecuada o insuficiente incorporación de trabajadores y trabajadoras jóvenes y formadas, que den respuesta a las innumerables ofertas de empleo que el sector pública y que, en estos momentos, es incapaz de cubrir, problema para el que los sindicatos proponemos mejorar las condiciones salariales y laborales que permitan seducir y atraer a este colectivo de trabajadores y trabajadora; o la todavía insuficientes medidas de conciliación familiar en un sector que NO limita y penaliza los turnos en fin de semana y festivos.

La posición enrocada e inflexible de la patronal solo se ha movido en la última semana como consecuencia de la convocatoria de huelga indefinida por parte de los sindicatos y con la previsión de amplio seguimiento por parte de los trabajadores y trabajadoras, que ha culminado en un principio de acuerdo.

El preacuerdo conseguido se debe, por tanto, a la unidad de los trabajadores y trabajadoras del sector que, en un acto de defensa de sus derechos, han estado, de nuevo, más que a la altura de las circunstancias. Su fuerza y su coraje nos animan a seguir luchando no solo por la defensa de los derechos ya consolidados, sino también por la conquista de nuevos derechos laborales. La lucha continúa.

Secretario General de l’Habitat Comarques del Nord