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Cristina Fernández

LA CLAVE POLÍTICA

Cristina Fernández

Libros, libras y libres

Derechos LGTBI, siempre. Sin excepción. Utilizarlos para atacar o insultar a otros colectivos, nunca. Parece una ecuación sencilla y hasta simplona, sin embargo la realidad castellonense ha vuelto a superar la ficción y en la última semana hemos asistido a un lamentable episodio de manipulación colectiva. Un verdadero compromís con la falta de decencia y los mínimos escrúpulos morales de quienes se creen en posesión de la verdad absoluta. Y los demás, somos todos fachas.

¿Se imaginan ayudando a hacer los deberes sus hijos en libros en los que aparecen expresiones que vejan a personas y vulneran el Código Penal? ¿Es el insulto y el odio a otras religiones lo que deben aprender nuestros hijos en la escuela? El odio siempre engendra odio. Pues si le parece mal o raro, es usted un facha. Como lo oye. En este Castellón de buenos y malos hay quienes dan carnets de buen ciudadano, como aquellos buenos alemanes que tanto le gustaban a Hitler, y así nos va. Prostituyendo la historia de los derechos LGTBI por un puñado de votos y convirtiendo a los que tanto han sufrido la persecución en perseguidores.

La concejalía de Cultura debería saber que la Feria del Libro es de los lectores, escritores y editores. Por ese orden. De todos aquellos que hacen posible el engranaje de las letras en una industria que ha pasado años muy duros. Nunca de los políticos. Utilizarla de forma partidista es una vergüenza. Ni más ni menos. A los numeritos de Vero Ruiz como Agustina de Aragón de la bandera arcoíris ya estamos acostumbrados. Ella es la una y libre de la igualdad y la memoria histórica. Y los demás, somos todos fachas.

Precisamente ese es el problema. O yo el caos. Yo no soy de Abogados Cristianos, pero sí respeto las decisiones judiciales. Y si una jueza (algunas solamente defienden a las mujeres trabajadoras cuando son de su cuerda) ha considerado que esos libros pueden vulnerar derechos fundamentales, por algo será. Lo triste no es que se hayan tenido que retirar 32 libros de ideología LGTBI. Lo realmente triste es que libros en los que se incluyen presuntos delitos de odio lleguen a las escuelas. Me pregunto qué hubiese pasado al revés, si en esos libros hubiese insultos a gays y lesbianas. La Tercera Guerra Mundial.

El colectivo LGTBI de Castellón se ha convertido en el prisionero perfecto de supuestos partidos progresistas. PSOE, Compromís o Podemos no defienden los derechos de todos los colectivos, nunca lo han hecho. Se han convertido en parte del problema y no de la solución. El fascismo quema libros, sí, pero también tira cruces y tapa murales. O cambia nombres de calles por venganza y sin más criterio que el revanchismo. Eso no lo encontraremos en los libros de ningún instituto de Castellón. Así es el nuevo adoctrinamiento. Pero eso sí, los fachas somos otros.

Portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Castellón y teniente alcaldesa de Benicàssim

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