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Vicent Sales

A FONDO

Vicent Sales

¿No a qué guerra?

El conflicto de Ucrania ha evidenciado todavía más las grietas en el gobierno de coalición

El conflicto de Ucrania ha evidenciado todavía más las grietas en el gobierno de coalición. ¡Como si hicieran falta más! Pero no es menos cierto que el reaparecido Pablo Iglesias se está comportando como un perfecto hijo de Zapatero.

En realidad es Iglesias el sucesor de ZP y de aquella marca del No a la guerra que apareció hace veinte años y que generó una suerte de conciencia progre antibelicista, un poco naif, sectaria y burda, pero que funcionó electoralmente.

Pedro Sánchez se pegó hace cinco años a Iglesias en modo Zapatero 2.0, y ahora pretende ser Felipe. Pero todo a la vez no se puede. El pecado original de Sánchez es su coalición con la extrema izquierda; eso le está pesando y ahora no se puede presentar ante sus socios de la Unión Europea como un socialdemócrata porque no es creíble.

Por más que Sánchez se ponga en modo ardor guerrero, el gobierno español tiene dos partes y una de ellas está en el No a la Guerra, pero no a Putin --que ya hace diez años que apoya una guerra en Ucrania--, sino a Estados Unidos.

La reunión por videoconferencia del presidente estadounidense Joe Biden con los principales países europeos para analizar el conflicto Ucrania-Rusia del pasado mes de enero, evidenció algo que era lógico: que cuando tienes un gobierno que mantiene dos discursos distintos sobre un asunto decisivo, es normal que no cuenten contigo para nada, porque no eres un gobierno fiable. Algo inconcebible en un país como España, que este próximo mes de junio va a ser sede de una cumbre de la OTAN.

Es una pésima noticia, porque en el exterior no ven a Sánchez, sino que ven a España. Y un país que cuando cambia de gobierno, cambia de política exterior, deja de ser fiable para sus aliados. Y cuando se pierde la confianza cuesta mucho recuperarla.

No es un problema de este gobierno sino de España. Y reconstruir las relaciones con Estados Unidos es prioritario, tal y como han ido las relaciones con Marruecos y cómo Biden se alineó con el reino alauita.

España no podía acudir a la videoconferencia

La presencia de ministros comunistas anti-OTAN hace imposible que te convoquen a una reunión en la que se van a tratar informaciones sensibles. España tiene altos cargos, ministros y secretarios de estado, ligados al narcoterrorismo de las FARC como Enrique Santiago. La videoconferencia de Biden era de máxima seguridad y acudió Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia y Polonia, pero no podía acudir España.

Cuando tienes un gobierno socialcomunista aliado con totalitarios enemigos de la democracias más avanzadas y partidarios de regímenes abyectos, no te puedes permitir ninguna filtración. Porque los amigos de Maduro, son los amigos de Putin. Cuando tienes en tu propio gobierno a un partido como Podemos que es prorruso y proiraní ¿qué esperas?

La irrelevancia de España es completa y mientras mantengamos un gobierno como el actual, no solo no recuperamos un papel destacado en el orden internacional, sino que vamos de cabeza al anonimato o a directamente a participar en el Sí a la guerra, pero al lado de los regímenes autoritarios y antidemocráticos peores de todo el escenario internacional.

Diputado provincial del PP

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