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Jose Martí

A FONDO

José Martí

Lo rural verde y digital

En los pueblos viven personas con sus derechos y no se resisten a ser ciudadanos de segunda

Venimos de León. Han sido veinticuatro horas escasas. Tiempo suficiente para darse cuenta de que se trata de una ciudad preciosa: amplia, reposada, monumental, tranquila. Hice la mili en el Ferral del Bernesga, cerca de León. Conocí la ciudad entonces, a finales de los setenta. No tiene nada que ver con el León actual. Hay en sus calles un ritmo reposado, sosegado, sabio. Sus monumentos, la Catedral, San Marcos, San Isidoro, el Palacio de los Guzmanes, la columnata romana, no excluyen edificios de modernidad atrevida e innovadora. No es una excepción. Cuando los nostálgicos del ayer ponen en cuestión el estado autonómico, solo tendrían que observar la gran mejora que ha supuesto para nuestras ciudades la España constitucional y autonómica. Para todas, no solo para las grandes urbes, sino para las ciudades de tamaño medio. Zonas peatonales, cuidado del patrimonio, dotación de servicios, plazas amables, fuentes por doquier. Ciudades sostenibles y vitales.

El motivo del viaje era la reunión de la Comisión de Diputaciones Provinciales, Cabildos y Consejos Insulares de la Federación española de municipios y provincias. Nos reunimos allí todos los presidentes y presidentas de las Diputaciones españolas. Aunque nos gusten, ya saben que nuestro objetivo no es defender las ciudades, ya tienen quien se ocupe de ellas, sino la ruralidad, los pequeños municipios, los pueblos que diseminados y en profusión habitan España.

Y el tema que últimamente nos preocupa es que los fondos europeos de recuperación, transformación y resiliencia lleguen a ellos. Que la gran oportunidad que suponen esos fondos no nos pase de largo, como en el Mister Marshall de Berlanga, sino que se queden para coadyuvar a su desarrollo y a la lucha contra la despoblación. En los pueblos viven personas con sus derechos de ciudadanía en vigor y no se resisten, no nos resistimos, a ser ciudadanos de segunda. Y hay un peligro cierto y evidente de que esto ocurra. Nos explicamos.

Gestión de fondos

El gobierno central y las autonomías tienen un problema: la gestión de esos fondos. No va a ser fácil gastar esa cantidad ingente de dinero en las condiciones que exige la comunidad europea: trámites administrativos, jurídicos, plazos, etc. Si los gobiernos tienen un problema, las diputaciones pueden ser parte importante de la solución. Si no lo entienden el gobierno central y los gobiernos autonómicos, Mr. Marshall de nuevo va a pasar de largo. No sería un buen homenaje al año Berlanga o ¿quizá sí?

En esos fondos lo verde y lo digital son parte esencial y algún despistado urbanícola puede pensar que esos temas tiene que ver con grandes ciudades, con grandes decisiones y no con los pequeños municipios. Nada más alejado de la realidad. Entender lo verde y lo digital pasa por que la gente se quede a vivir en su territorio. La sostenibilidad bien entendida empieza por la lucha contra la despoblación. Y una ruralidad verde supone defender el quebrantahuesos, el águila picuda y el chorlitejo patinegro, pero supone, también, defender y proteger las comunidades humanas que viven, habitan y cuidan el territorio. No somos reservorios de la biodiversidad, sino pobladores del medio natural, comunidades de ciudadanos y ciudadanas que con una sostenibilidad justa y una digitalización consecuente pueden hacer más por la lucha contra el cambio climático que muchos ventajistas de las urbes, que consumiendo sin parar los grandes beneficios que les da la gran ciudad imparten doctrina sobre lo verde y lo digital.

Un ejemplo: la inversión en carreteras. Según datos del Ministerio, 67.773 kms son titularidad de las Diputaciones provinciales, Cabildos y Consejos insulares, el 40,8% del total de la red de carreteras de España. Son carreteras que comunican poblaciones pequeñas y de interior. El tema de los accesos y la movilidad es también sostenibilidad territorial en el mundo rural. Y el derecho a la movilidad es un derecho de todos, se viva donde se viva. Trasladar esos datos al Ministerio de Transportes para que la movilidad rural se contemple en los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha sido otro de los acuerdos tomados. Como ven, no hemos perdido el tiempo. Ahora, a ver los resultados.

Presidente de la Diputación de Castellón

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