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Jose Martí

A FONDO

José Martí

Diputación de Castellón: 200 años

Las diputaciones tienen origen liberal frente al absolutismo, origen constitucional frente al Antiguo Régimen

Estamos de aniversario. El próximo lunes 16 de mayo la Diputación de Castellón cumplirá doscientos años. Por razones obvias lo trasladamos al fin de semana e iniciaremos los actos conmemorativos con la celebración este sábado 14 de mayo de la gran gala del Día de la Provincia que se celebrará en el Teatro Principal y será seguida por un videomapping en la fachada del Palacio Provincial. También habrá un concierto de jazz en el espacio de la Plaza de las Aulas. Queremos aprovechar este aniversario para dar a conocer nuestra historia, romper equívocos, deshacer malentendidos y acercar la institución a la ciudadanía. Que falta hace... Falta hace que los ciudadanos sientan las instituciones como propias, conozcan qué sentido tienen y para qué sirven.

Y seguro, seguro que más de una vez, usted se habrá topado con esta pregunta: ¿para qué sirven las diputaciones? Una pregunta que tiene una respuesta bastante fácil. Para ayudar a los ayuntamientos y, sobre todo, a los más pequeños. Eso es lo que da sentido y significado a las diputaciones. Y mientras exista la gran fragmentación municipal que existe en nuestro país --«¡a mí pueblo que no me lo toquen!»-- las diputaciones tendrán una importante función que cumplir.

Es cierto que han sido terreno abonado para el nepotismo, amiguismo, clientelismo y mucho más ismos parecidos, sin duda. Pero de eso no tiene la culpa la institución, sino el uso y más bien el abuso que de ella se han hecho. Fruto de esos abusos nos ha quedado la percepción de una institución ligada al franquismo y a la dictadura, vieja, anquilosada y superflua. Vieja, sí que es, cumple doscientos años, pero no es vetusta, no está anquilosada, no es superflua y no tiene nada que ver con el franquismo y la dictadura. Más bien todo lo contrario, y esto puede ser una sorpresa para muchos de ustedes. Las diputaciones tienen un origen liberal frente al absolutismo, un origen constitucional frente al Antiguo Régimen; provienen de la Constitución de Cádiz de 1812: Y la de Castellón nace con el trienio liberal de Riego (1822).

Nuestra conmemoración, entre otras cosas, servirá para la investigación histórica sobre nuestros orígenes. Dos profesores de la UJI, Manuel Chust y José Antonio Pérez Juan, han escrito un libro: Ayuntamiento de Ayuntamientos. Los orígenes de la Diputación de Castellón, que nos viene a recordar, con profusión de detalles, este nacimiento de las diputaciones en general y de la de Castellón en particular. Viene a recordarnos que frente a la administración territorial del siglo XVIII, compuesta por capitanías generales, audiencias, intendentes y corregidores, y caracterizada por una falta de unidad y un carácter asistemático, las Cortes de Cádiz pretendían una mejor y más funcional organización del territorio. Y es ahí donde aparecen las diputaciones, con un doble carácter de instituciones con arraigo territorial y a la vez ligadas al poder central.

Espíritu liberal y progresista

Que el retorno del absolutismo con Fernando VII supusiera la desaparición de las primeras diputaciones y que tras el pronunciamiento de Riego y el trienio liberal volvieran a surgir, dice mucho del espíritu liberal y progresista que inspiraba a estas instituciones provinciales, que se suprimieron nuevamente con la conocida como década ominosa y reaparecieron en 1833. Pero además de su origen, el libro de los profesores Chust y Pérez Juan, a quienes debemos agradecer su desinteresado trabajo, también nos viene a mostrar la profusa labor de la primera Diputación de nuestra provincia, que en menos de un año de vida, del 16 de mayo de 1822 al 27 de febrero de 1823, formalizó un total de 94 actas correspondientes a 90 sesiones, más 3 supletorias, dando fe de todas las cuestiones abordadas en el marco de sus competencias, como eran el progreso general de la provincia, el fomento de la agricultura, la industria, el comercio, las obras públicas, carreteras, caminos y canales, o beneficencia. Algunas de estas materias, desde otros planteamientos y en el marco de una democracia y un Estado Social y de Derecho, todavía competen a la Diputación.

Doscientos años después, en el ámbito de nuestra Constitución y en el ejercicio de las competencias que ésta y el Estatuto de Autonomía marcan para las diputaciones, pretendemos ser dignos émulos de aquellos nuestros padres fundadores.

Presidente de la Diputación de Castellón

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