FUERA DE JUEGO

Galí y Mollá salen vapuleados tras su ‘matrimonio’

José Vicente Felip

José Vicente Felip

Pasó lo que tenía que pasar. Que Almassora ha castigado con dureza el matrimonio político de conveniencia entre Merche Galí y Javier Mollá. Una cosa era el pacto de hace cuatro años, pero otra muy distinta llevar en la candidatura socialista a quien se ha cambiado tres veces de chaqueta en poco tiempo --PP, Ciudadanos y PSPV-- sin que la alcaldesa hiciera caso a muchas voces que la advirtieron y la noche del 28M salió trasquilada. Tal ha sido el varapalo que Galí y Mollá han perdido nada menos que cuatro concejales (2+2). 

El veredicto de las urnas es inapelable y, desde el exterior, muchos se preguntarán cómo es posible tal castigo después de unos ejercicios donde en Almassora ha entrado a chorro el dinero de la UE. Ningún alcalde del municipio ha tenido a su alcance esa bonanza económica para llevar adelante grandes proyectos, pero los vecinos se fijan más en la forma de gobernar y en las cosas más cercanas, máxime si algunas de esas obras de calado se ejecutan como chapuzas.

Al rincón de pensar

El equipo que está a punto de irse al rincón de pensar ha pecado de estar poco en la calle porque creía que era suficiente vender la gestión a base de notas de prensa o humo en la web municipal. Craso error del que se dieron cuenta cuando faltaban menos de dos meses para el 28M. Entonces fue cuando trataron de intensificar la limpieza de plazas y calles sucias, hicieron un minilavado de cara a los jardines que en algunos casos estaban casi un año sin regar, parchearon de mala manera viales a toda marcha, actuaron equipos de desinfección contra cucarachas... Todo deprisa y corriendo, hasta el punto de dejarse más de 40 árboles moribundos a la puerta de un colegio electoral. Por no hablar de la playa y el engañabobos de la mal llamada pantalla verde. Eso será otro día.

Subdirector de Mediterráneo

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