A FONDO

El Progreso progresa

Compartir esas horas con ellos reafirmó mi apuesta firme por ‘les nostres festes de carrer’

José Benlloch

José Benlloch

Flanqueado por el Este por el camino Ermita y por el Oeste por la carretera de Onda, la magnífica Ciudad Deportiva del Villarreal CF y el enlace de la nueva ronda Suroeste, se encuentra el barrio del Progreso de Vila-real. Barrio hecho a sí mismo y lo digo literal, porque con sus propias manos, muchos ciudadanos que vinieron a nuestra ciudad de Andalucía y Castilla la Mancha en busca de nuevas oportunidades, construyeron sus casas y el barrio con sus propias manos.

Atraídos por nuestra necesidad de mano de obra para la incipiente industria cerámica en los 60, se convirtieron en una pieza fundamental para el progreso de Vila-real. La historia de éxito del siglo XX no se podría entender sin ellos. Mil gracias.

Esta semana son las fiestas del Progreso. Todo empezaba el pasado domingo, el mismo día que celebramos la fiesta en honor a nuestra patrona, la Virgen de Gracia, en la ermita. Por la tarde, mosén Sergio Mendoza, párroco de los Santos Evangelistas, a la que pertenece el barrio, celebraba una misa en el parque frente a la asociación de vecinos, edificio municipal. No pude asistir por compromisos familiares ineludibles, pero, como siempre hago, pregunté a mi equipo y a la concejala de Participación Ciudadana y ahora también de Fiestas patronales y de barrios, Miriam Caravaca, y la respuesta fue unánime: magnífico. Gracias al nuevo presidente, José Monzonís --que ha sustituido a Isabel Ríos, a quien envío mi mayor agradecimiento--, miembro también del equipo de 20 personas de la presidenta de la comisión de fiestas, Sabina Bernabeu. Compartiendo con la Asociación Flamenca Andaluza de Vila-real un hermanamiento con la Virgen del Rocío, que procesionó acompañada de la patrona del barrio, la Virgen del Amor Hermoso, y con la banda sonora de la Agrupación Musical Virgen de Gracia. En definitiva, un encuentro para compartir, concelebrar, conocerse mejor… El primer paso para quererse más. Qué maravilla.

El lunes no podía faltar a la Xulla, Fiesta de Interés Turístico Provincial. Desde las 7 de la mañana estuve trabajando en la reorganización de la corporación y a las 19.00 horas me trasladé a València, pues el presidente Ximo Puig presentaba su libro, Una idea d’esperança. Volví a Vila-real y a las 21.30 llegaba al jardín del Progreso. Alrededor de 300 personas, muchos niños, gente joven. Unos asando en las hogueras del solar municipal contiguo, los niños jugando en la pista y muchas familias conversando, compartiendo el allioli del concurso previo, el morro y la careta, las longanizas… Todo buen rollo, todos organizados: unos a la bebida en el pequeño quiosco y barra, otros a las mesas, al fuego, la leña… el asado al punto.

Un buen trato

Me sentí en casa. Nos tratasteis magníficamente, como uno más de vosotros. A las 23.00, Ángel tenía todo preparado y aparece la Chica Karamelo: una hora de humor, diversión, alegría y libertad sin complejos. Y a las 00.00 horas, sube al escenario Francisco José, criado en el barrio; jamás le había escuchado. Canta copla, sevillanas… una voz espectacular. Emocionado por ser la primera vez que actuaba en su pueblo, reivindicó a esos artistas de varietés que se ganan la vida con gran esfuerzo y sin fama alguna. Me sentí mal, sinceramente. Pensé: ¿qué podemos hacer para que nuestra gente pueda ser profeta en su tierra? ¿Cómo podemos conocerlos, saber que están ahí? Ya estoy trabajando en ello.

Me fui a las 1.00 horas, tras 18 horas fuera de casa. Muy contento, orgulloso de que esa ciudad que progresa, que lidera en innovación, fútbol, industria, teatro de calle… no pierde su corazón de pueblo. Y no tengo dudas de que si la participación y las fiestas de barrio están más vivas que nunca es porque trabajamos todos juntos, siendo el Ayuntamiento un motor fundamental.

Ayer, en el barrio, Ignacia Picamana Martínez (94 años) y Saturnino López Verbo (92) recibieron un homenaje de la Comisión de Fiestas por ser los vecinos más longevos. Magnífico detalle, muestra de respeto, afecto y alianza generacional.

Compartir esas horas reafirmó mi apuesta firme por les nostres festes de carrer y me hizo reflexionar. En breve os anunciaré algunas propuestas e iniciativas. Mientras tanto, mil gracias por vuestro trabajo, que hace de Vila-real una ciudad más humana y mejor.

Alcalde de Vila-real

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