CON LAS OREJAS TIESAS

No nos quedarán ni las migajas

Juan Lozoya

Juan Lozoya

La Comunitat Valenciana y Castellón llevan casi dos décadas de ni pintar un pimiento a nivel nacional ni, mucho menos, a nivel de la Unión Europea… ¡y así nos va!

Les aseguro que estos dos últimos días leo las noticias que nos llegan de los acuerdos de investidura para ungir de nuevo al presidente del Gobierno ojiplático, que diría Vicent Sales. Todos teníamos claro que la factura a pagar a los partidos independentistas catalanes por sus ridículos 14 diputados, si los comparamos con los que tenían y sabiendo que apenas son el 4% de los 350 diputados que hay en el Congreso. 

Y es que, de 23 escaños que tenían la pasada legislatura, hace tres meses y medio bajaron a apenas 14. Y, pese a todo eso, tienen la sartén por el mango y toda España bailamos al son que tocan… y además tenemos que estar agradecidos. ¿No es para joderse?

Fechorías e ilegalidades

Lo que todos sospechábamos ya se empieza a consumar. De momento tienen atada la amnistía para todas las personas que han delinquido la última década a costa de las fechorías e ilegalidades cometidas. Pero solo ellos, si cualquiera de ustedes tiene alguna causa judicial pendiente, aunque sea por una infracción de tráfico, sepan que les caerá encima todo el peso de la ley.

Pero es que, además, ya les han cedido la gestión de las Rodalies. No es que me parezca mal, porque se trata de un servicio público que siempre es deficitario. El problema es que todos los castellonenses contribuiremos a financiar su déficit, ya lo verán.

Y para rematar, Sánchez les condona 15.000 millones de deuda cuando Cataluña es ejemplo palmario de gestión nefasta los últimos años. Y todo ello es solo la factura para que el PSOE sume los siete votos de ERC. 

Ahora falta la factura de Puigdemont por el voto de sus diputados. Y tanto ustedes como yo sabemos que no van a ser baratos. El problema es que el excelso Sánchez solo la podrá pagar a costa de seguir sangrando al resto de los españoles a base de impuestos y con infrafinanciación para, entre otros, la provincia de Castellón. Lo dicho, no nos quedarán ni las migajas.

Periodista


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