BABOR Y ESTRIBOR

Menuda felonía

Basilio Trilles

Basilio Trilles

El delincuente Carles Puigdemont permitirá la investidura de Pedro Sánchez tras un acuerdo firmado en Bruselas y redactado con una semántica tan aviesa como el perfil de ambos personajes. Ahora fundidos en el abrazo del oso, para desgracia de España. De la ley de amnistía nada sabemos. Pero sí queda constatado en el papel firmado que la legislatura será lo que quiera Puigdemont.

Ayer, el fugado de la justicia española puntualizó que no se fía de los socialistas, exigiendo y consiguiendo la figura del relator internacional y la creación de una o varias comisiones de control para el cumplimiento de los acuerdos, de cuyo verdadero contenido solo conocemos el avance de los tres folios distribuidos desde Bélgica. Así, la cuarta potencia de la Unión Europea pasa a homologarse con la Colombia de las FARC, Indonesia, Kosovo o Namibia, por no hablar de Irlanda del Norte cuando el IRA. Cerdán, enviado fiel de Sánchez, ha tenido el cinismo de asegurar que su partido, el sanchista, está contento y satisfecho del acuerdo establecido para que su señorito siga un tiempo más en la Moncloa.

El documento firmado por PSOE y Junts abre la puerta al referéndum; la condonación de las penas al propio Puigdemont y a miles de condenados por subvertir la legalidad, con la posibilidad de meter en el bombo del perdón al abogado Boye, procesado por narcotráfico. Sujeto que estudió derecho mientras cumplía condena de 14 años por su implicación en el secuestro de Emiliano Revilla a manos de ETA. Todo un torpedo en la línea de flotación del Estado de derecho. Aberrante.

Sánchez pasará Navidad en el sillón presidencial, a costa de la humillante imagen de un Gobierno sometido al voraz capricho de un independentista en busca y captura. Menuda felonía.

Periodista y escritor

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