El agua, un recurso finito

La quinta edición del Foro del Agua, celebrada esta semana en Castelló y que ha reunido a expertos en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, ha puesto de manifiesto algo que ya se sabe, pero que no todos tenemos muy presente en nuestro día a día: que el agua es un bien muy escaso y que, para asegurarnos el suministro futuro, habrá que redoblar esfuerzos en cuanto al consumo responsable y apostar por el reaprovechamiento.

Concienciación social y avances en dotaciones y recursos son claves si queremos afrontar un futuro marcado por las embestidas del cambio climático. Hoy, basta con hacer un ligero giro de muñeca para ver cómo el agua cae del grifo a chorros, en un interminable suministro de un bien que, mal que nos pese, es finito. De nada vale destinar ingentes cantidades de dinero en reutilizar los recursos si detrás no hay una conciencia de lo que nos jugamos. Los tiempos de sequía, cada vez más habituales, nos vienen avisando y nos dibujan con trazo grueso escenarios que ya se dan en amplios territorios de la península, acuciadas por un déficit hídrico hasta ahora casi desconocidos.

En un nuevo otoño marcado por la escasez de lluvias, siempre es saludable advertir de las consecuencias del uso irresponsable de un agua por el que no se paga el coste real de lo que vale y nos cuesta, debido al carácter esencial que tiene para nuestra propia subsistencia. Los expertos avisan, por lo que habrá que tomar en cuenta sus consideraciones y no dejar que sus recomendaciones se cuelen por el inodoro de la indiferencia.