Normalmente, uno de los alimentos que más frecuentamos es el arroz blanco. No obstante, comérselo periódicamente, puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes. Según un estudio de una especialista en salud, Denise Mann, encontró que mientras “más porciones de arroz blanco comiera una persona por día, mayor era el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, la forma de diabetes más relacionada con la obesidad”. 

El investigador catedrático de medicina en la Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston, Qi Sun MD, tiene algunas teorías sobre esto y es que dicho alimento puede ocasionar un aumento repentino en los niveles de azúcar en la sangre. “El arroz blanco también es bajo en fibra, la cual puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar diabetes”, asegura Sun. No obstante, el consumo ha de ser moderado en vez de alto.

“Otros carbohidratos blancos almidonados como el pan blanco, la pasta blanca y las papas blancas, probablemente tendrán el mismo efecto si se comen en cantidades suficientes”, revela la médica Laura J. Martín. Sin embargo, esto no implica dejar de consumir arroz blanco, sino hacerlo con moderación. “El arroz blanco es claramente astringente y es muy apropiado para dietas suaves que se pautan en procesos diarreicos”, explica la dietista y nutricionista Arantza Ruiz.

Sustituto del arroz blanco

  • Arroz integral: Fuente de energía, previene enfermedades neuronales y cardiovasculares y evita picar entre horas. Según la BBC, este alimento ayuda a que el cerebro funcione mucho mejor. Además, Arantza Ruiz asegura que el consumo habitual de alimentos integrales “está relacionado con un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, especialmente cáncer de colon”.

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  • Mejora el buen control de la diabetes mellitus, especialmente la de tipo 2, lo que evita grandes oscilaciones de la cantidad de azúcar en sangre. De hecho, previene su rápido avance durante las etapas iniciales.
  • Aumenta la sensación precoz de saciedad y facilita el seguimiento de dietas hipocalóricas o de adelgazamiento, por su alto contenido en fibra y su capacidad para absorber agua. Pese a ser integral, da energía y al consumirlo da la sensación de llenado antes de seguir comiendo más alimentos. 
  • Evita problemas de estreñimiento, aumenta el volumen de las heces y la frecuencia y las consistencias de las deposiciones. 
  • Menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares al reducir la cantidad de triglicéridos o colesterol en sangre.