Una mujer embarazada es asesinada a tiros por su hijo de solo dos años

Una mujer embarazada ha muerto tiroteada por su propio hijo de solo dos años en su domicilio de Norwalk según ha confirmado la propia policía de la ciudad del estado de Connecticut, en Estados Unidos. El jefe de la policía añadió que se trató de un accidente, pues el arma con la que se cometió el crimen se dejó desbloqueada y cargada en una mesita de noche de la vivienda.

Laura Ilg, de 31 años, y su esposo Alek Ilg anunciaron su último embarazo en marzo. Estaban esperando un bebé, y la noticia ha dejado devastados tanto al padre como a la familia de la víctima, que no puede asimilar la noticia. 

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La cadena de noticias News 5 pudo hablar con algunos vecinos, consternados también por la tragedia. "Lo más hermoso que puedes tener es un bebé, y que te lo quiten y no solo eso, sino también a la madre, es triste, deprimente", reconocía Josh McNutt.

El trágico episodio sucedió el pasado viernes a las 13.00 horas, cuando la propia madre llamó a los servicios de emergencia para informarles que había sido disparada por la espalda y después de entrar en estado de shock no podía respirar. 

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El embarazo de la mujer ya iba por la semana 33 cuando fue truncada por los disparos de su propio hijo de dos años mientras el padre estaba trabajando. En el momento en el que la policía entró en la vivienda se encontró con una pistola Sig Sauer Micro 9MM apoyada en la mesita de noche y el niño de dos años llorando. “Ella todavía estaba muy consciente, por supuesto, luchando en ese momento”, dijo el jefe de la policía.

Pese a practicarle una cesárea de emergencia ni el bebé ni la madre, que falleció a las tres horas de entrar en el hospital, pudieron salvarse. “Según la víctima, antes de su muerte, la puerta de la habitación siempre estaba cerrada con llave”, añadieron desde la policía de Norwalk. “Ella estaba allí lavando la ropa. No creo que se diera cuenta de que el niño la había seguido".

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Los agentes, que también se encontraron una escopeta cargada y un rifle dentro de la casa, pidieron a las familias a guardar bajo llave las armas y nunca dejarlas cargadas y desatendidas: “Cerraduras de gatillo, cajas fuertes para armas, hay un millón de variedades, y no son tan caras. Por lo menos, déjelos descargados”.

La investigación sigue su curso, pues desde la policía están haciendo las averiguaciones pertinentes para comprobar si un niño de 2 años cuenta con la fuerza necesaria como para apretar el gatillo de un arma de estas características.