¿Pasaron hambre los invitados de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva? Esto fue lo que comieron

Sin duda una de las cosas más importantes de las bodas es el banquete. Y en el caso de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, hay opiniones divididas en torno al menú que diseñó el chef Eneko Atxa y que fue previamente aprobado por los novios. Algunos aseguran que se pasó hambre, mientras que otros defendieron lo variado que fue el menú.

Parece que después de mantener una relación de altibajos, la boda de la hija de Isabel Preysler con Íñigo Onieva ya ha sido una realidad. Pocos lo creían meses atrás, cuando la pareja se rompió tras hacerse públicas unas fotos en las que se veía a su prometido, Íñigo Onieva, besándose con una mujer que no era Tamara durante la celebración de un festival de música en Estados Unidos. Una ruptura que se hizo a días después de haberse prometido la pareja. Así lo contó la propia Tamara durante una rueda de prensa por la que estiman pudo cobrar casi un millón de euros, aunque se desconoce si en metálico o en especie.

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Pasaron los meses, y la pareja volvió a encontrarse de forma pública en un par de ocasiones. Todo hacía presagiar que habría una reconciliación, como así fue. La pareja se fue de viaje romántico al Polo Norte, de lo que dejaron constancia en la revista Hola, que publicó unas fotos muy detalladas sobre la escapada. Desde entonces, la única vez que la pareja ha estado separada fue cuando Íñigo Onieva viajó hasta el otro lado del mundo por cuestiones laborales, mientras que Tamara decidió centrarse en su trabajo.

Después de San Valentín, la pareja ha vuelto a salir públicamente y Tamara no ha dudado en contar algunos de los detalles de su boda que ha ido desgranando en las últimas semanas hasta que finalmente llegó la boda. Pero, ¿qué fue lo que comieron los invitados? Pues en Ya es mediodía desvelaron el menú completo de Eneko Atxa, que estaba compuesto por 20 aperitivos, quisquillas, pichón asado y un postre de chocolate.

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Aperitivos

Los aperitivos comenzaron con un talo de langostinos y flores. Seguidamente, los invitados degustaron la estación de las rosas, ofrecía néctar de rosas y aroma; la del bosque constaba de espárrago en texturas y macaron de flores; y la estación de picnic de “limón grass”. Tras ello llegó el turno a la estación del mar, la más extensa de todas y con ingredientes de alto nivel, compuesta por erizo en texturas, nori y caviar, nigiris, sardina bilbaína, txipi Pelayo, bogavante sake y txakoli, atún y piparras; y salmonete, sagardoa y lima. Los últimos aperitivos fueron “en mano”, con oliva helada “Reserva de la familia”; vermouth trufado; macaron de trufa; brioche de salazones y anguila; tarta de txangurro; polvorón de queso Carranzana; y tarta de guisante lágrima.

En cuanto a la cena en sí, hubo un entrante de hojas de verano y quisquillas y esencia de hierbas maridado con XF Sierra Cantabria Rosado 2022 (D.O. Origen Rioja). Como plato principal hubo pichón asado, trufa, tembloroso de setas, ñoquis de Ideazábal y estofado de trigo,acompañado por un vino Marqués de Griñón AAA 2013 (D.O. Valdepusa). Para cerrar el menú hubo Chocolate y Oliva “Marqués de Griñón” y el cóctel Zacapa 23 Espresso Martini.