El bar que "retiene" a niños como esclavos en el almacén

Un "amenazador" cartel a la entrada del establecimiento pone en preaviso al visitante de lo que sucederá si no cumple las normas: "Hace bastantes años ocurrió un incidente. Pudo haber acabado en urgencias"

La efectiva advertencia que desata las sonrisas entre los comensales.

La efectiva advertencia que desata las sonrisas entre los comensales. / P.P.D.

Patricia Pedrido

Una "amenazadora" advertencia en la puerta de entrada previene al visitante de qué ocurrirá si no cumple las normas: "Avisados estáis". "El cartel causa sus impresiones. Hace bastantes años ocurrió un incidente", explica Gloria Armadáns, de VigoGourmet, empresa que gestiona este restaurante ubicado en el barrio de A Sobreira, en la parroquia de Valadares.

La actividad en el "Celme galego" no para: abierto todos los días, desde las 10 de la mañana hasta el fin del servicio de cenas, el número de comensales y consumidores que pasan a diario por sus instalaciones es muy elevado. Durante la semana, la mayoría son trabajadores de los polígonos industriales cercanos -el de A Pasaxe y el Parque Tecnológico de Valadares-, o de empresas de los alrededores que buscan un menú del día económico pero saciante.

Su público cambia el fin de semana, con reservas por parte de familias o grupos de amigos que quieren probar uno de los platos que le han granjeado su fama y cuyas fotos circulan por las redes sociales debido a su tamaño: la hamburguesa emplatada. El sitio tampoco es pequeño. El comedor tiene un aforo de 148 personas y, cuando el tiempo lo permite, se suman otras 40 que caben en la terraza al aire libre.

Una vajilla rota

Con tanta gente y tanto trajín de camareros, es necesario que los pasillos estén despejados. Algo que no siempre resulta fácil en un establecimiento al que suelen acudir familias con niños pequeños. Y de un incidente con un menor involucrado surgió el "amenazador" cartel que previene al comensal en la puerta de entrada: "Todo aquel niño que esté sin supervisión paterna/materna en este bar pasará a ser vendido como esclavo". Así de contundente es el mensaje, que sentencia: "Avisaos estáis".

"Tenemos el almacén lleno de esclavos, ¿te interesa alguno?", bromea Gloria Armadáns, que relata a FARO, del mismo grupo editorial que Mediterráneo, la situación que dio origen a la advertencia. "Un compañero del equipo que cargaba una bandeja llena de copas tropezó con un crío que estaba correteando entre las mesas. Por suerte el incidente no provocó más que la vajilla rota pero pudo haber acabado en urgencias, y un mal mayor si cayera encima del niño", relata Armadáns. Aunque todo quedó en un susto y unas copas rotas, decidieron tomar medidas para evitar que un incidente similar se pudiese producir, así que tiraron de "retranca gallega": "Es un cartel de broma, pero todos los padres lo tienen en cuenta", destaca.

Esta "amenaza" cargada de ironía se ha desvelado de lo más efectiva, ya que esa vajilla rota quedó en un hecho aislado. "Sabemos que los niños, como niños que son, juegan y es complicado que permanezcan mucho tiempo sentados pero sólo pedimos a nuestros clientes que pongan un tercer ojo en ellos y nosotros para que no ocurra ningún incidente", agradece la responsable de VigoGourmet. Aún así, han decidido mantener la "amenaza" en la puerta porque "siempre saca una sonrisa al que lo lee".