La Guardia Civil ha recuperado 231 de las 341 pistolas que fueron robadas el pasado mayo en Francia y ha detenido en Ripollet (Barcelona) a dos integrantes de la organización delictiva que presuntamente cometió el robo, y que no se trata de ETA. Las armas iban a ser comercializadas en el mercado negro internacional, donde hubiesen alcanzado un precio tres veces superior a su valor habitual.

El teniente coronel de la Guardia Civil Miguel Gómez Alarcón indicó que las pistolas, de la marca alemana Walther, la mayor parte del calibre 9 milímetros y algunas del calibre 22, y que aún estaban sin estrenar, "probablemente" iban a ser vendidas "en su mayoría fuera de España".

Las armas recuperadas formaban parte del conjunto de 341 pistolas robadas el pasado 30 de mayo en Bayona, cuando un camión de transportes procedente de Stuttgart (Alemania) se dirigía a Guernica (Guipúzcoa) con un cargamento para una empresa de armas radicada en el País Vasco, en una importación "totalmente legal", según confirmó el teniente coronel Alarcón.

En un primer momento se especuló que los autores del robo podrían ser integrantes de ETA, hipótesis que la Guardia Civil ha descartado, al asegurar que se trató de una operación llevada a cabo por una banda de delincuentes, especializada en este tipo de delitos en autopistas.

Las pistolas Walther robadas, ha calculado Alarcón, hubiesen triplicado su precio de venta en el mercado negro, de manera que si el coste normal de una de ellas es de 900 euros, se hubiesen colocado por 2.700 euros.

La investigación para localizar el resto de las armas sigue abierta. La Guardia Civil ha destacado la colaboración con las Policías alemana y francesa, que permitió localizar una "furgoneta alquilada, estacionada en un aparcamiento de Ripollet", que funcionaba como "almacén flotante" de las armas sustraídas.