Nueva tragedia en las playas de Castellón. Esta vez en Peñíscola. Un veraneante de 74 años, procedente de Torrejón de Ardoz (Madrid) murió ayer tras sufrir un paro cardiaco mientras estaba paseando por la playa Norte junto con su mujer y su nieta, según informó a Mediterráneo el coordinador de la empresa de socorrismo Saepla, Toni Albiol.

Esta muerte eleva a cinco el número de fallecidos en la costas de la provincia este mes. No obstante, mientras el resto de muertes se produjeron dentro del agua, esta última ocurrió en el exterior. Al parecer, según confirmaron las mismas fuentes, la víctima sufría una enfermedad cardíaca y no era la primera vez que padecía un infarto, con la mala suerte de que ayer no pudo superarlo.

Todo ocurrió sobre las 11.30 horas de la mañana, cuando el hombre discurría con su familia cerca de la caseta de información de turismo de Peñíscola. En un momento dado se sintió indispuesto y en cuestión de pocos minutos cayó desplomado. Fue su esposa quien dio la voz de alarma al resto de viandantes y bañistas que estaban en esos momentos en la playa. Los socorristas de Saepla acudieron con rapidez a auxiliarle, así como también un médico que veraneaba en la zona. Pese a practicarle la reanimación cardiopulmonar, la víctima no respondía. Moría en el acto.

Los últimos episodios ocurridos en las costas de Castellón han puesto sobre aviso a los servicios de rescate. El primer fallecido del mes, de 80 años, sufría un desvanecimiento, también en la playa Norte de Peñíscola. Un joven del Grao fallecía al rescatar a un menor al golpearse la cabeza con las rocas de un espigón, mientras que en Orpesa un turista que se bañaba en la playa padecía un infarto. Fue el viernes cuando en Alcossebre un anciano de 70 años se ahogaba en Las Fuentes.

Los expertos aconsejan hidratarse bien y tener cuidado al introducirse en el agua con el contraste de temperaturas, ante la ola de calor procedente de África que afecta a la península esta semana, con temperaturas que alcanzaron ayer los 35,5 grados en municipios como la Vall d’Alba. Algo que puede empeorar las dolencias cardiacas, respiratorias y cerebrovasculares. H