Cuando he subido y lo he arrancado me han entrado ganas de llorar”. Así se sentía el ganadero de Morella, Miguel Pitarch, tras recuperar ayer su tractor que le robaron hace dos años en una finca que posee en Valmuel (Teruel) y que acabó en Rumanía, país en el que estuvo año y medio en un almacén policial fronterizo de la localidad de Satumare.

Una historia rocambolesca que se inició el 7 de octubre de 2011 cuando una banda organizada sustrajo su tractor de siete años de antigüedad (en aquél momento) marca Fendt con un coste de 105.000 euros y una potencia de más de doscientos caballos “de los de primera categoría que me costó pagar cinco años” explicaba Pitarch. Desde entonces, se inició una investigación policial de la Guardia Civil de Alcañiz que acabó unos meses después con la detención de los delincuentes. A partir del rastro de los delitos, se averiguó que el tractor de Miguel estaba en Rumanía, en una pequeña localidad de la provincia de Maramures. Para confirmarlo, con la colaboración de la Policía rumana, le enviaron dos fotos del vehículo de campo para confirmar que era el suyo. Las imágenes eran claras, a pesar de la nieve que lo cubría, reafirmando que se trataba de su tractor.

ODISEA // A partir de ahí, toda una odisea. Lo trasladaron a la localidad de Satumare, a un almacén de la Policía de Rumanía donde ha estado aguardando hasta esta semana. Los problemas burocráticos y de papeleos “me llevaron a pensar a que no valía la pena que lo recuperáramos, me pedían muchos papeles y dinero, así como abogados, demasiadas dificultades” narraba Pitarch. Por ello, hace un año, el afectado decidió pedir ayuda a la Oficina de integración y cohesión social que existe en Morella, destinada principalmente a los inmigrantes. Marian Albu y Catalin Chircu, dos rumanos que llevan más de 10 años viviendo en la localidad de Els Ports, son los que coordinan este servicio y atendieron a Miguel Pitarch. Gracias a ellos, fueron acortando los plazos con los abogados y embajadas.

Hace unos días, Albu y Pitarch viajaron hasta Bucarest y de allí al almacén donde estaba el tractor para poder garantizar su regreso. Ayer se cerró el círculo. Chircu ayudó a la familia Pitarch a desmontar el camión procedente de Rumanía que trasportaba el tractor. Catalin, también emocionado, destacaba que “estamos para ayudar y ahora lo hemos solucionado y estamos muy contentos”. Los hijos de Pitarch, Iván y Diego, colaboraron en las tareas de descarga del tractor.

EMOCIÓN // El momento del arranque, tras instalar las batería, fue muy especial “tengo que dar las gracias a Marian y a Catalin que han sido claves, tengo 63 años y he vivido muchas cosas y la pérdida del tractor fue dura, la recuperación es emocionante y se demuestra que hay extranjeros que vienen a delinquir, como los que me robaron, y otros que vienen a ganarse la vida y ayudar a los demás” concluía Miguel Pitarch, que podrá volver a sembrar en sus tierras con su tractor. H