El padre de la hija de dos años de la presa de ETA Sara Majaneras fue detenido el domingo en el cuartel de la Policía Local de Benifaió, al que él mismo acudió con las manos ensangrentadas para confesar que había acuchillado a su hija. Juan Carlos Moragues, delegado de Gobierno en la Comunitat Valenciana, confirmó ayer que nada más entrar en el retén el hombre «confesó que había matado a su niña». Los agentes le arrestaron de manera inmediata y avisaron al cuartel de la Guardia Civil más cercano para que acudieran a su domicilio.

Allí se toparon con una puerta blindada que no pudieron agujerear y que tuvieron que arrancar parcialmente para poder entrar y acceder al piso donde se encontraron a la menor aún con vida, pero con un cuchillo en la espalda, cubierta de sangre y llorando. «Tenía heridas de arma blanca en el tórax y de hecho le produjo una perforación del pulmón y heridas en la mano izquierda», apuntó Moragues. Tras realizarle una primera cura un médico del 112, fue trasladada al Hospital de la Ribera y una vez estabilizada a la UCI de la Fe de Valencia.

Según el delegado, la pequeña está «estable dentro de la gravedad» y el agresor «está detenido a la espera de que pase a disposición judicial» y se le acusa de «homicidio en grado de tentativa». Moragues dijo desconocer los motivos del detenido para acuchillar a su hija pero avanzó que un familiar dice que pueden tener relación con la custodia de la niña. «Pero yo ahí no puedo entrar», añadió. Según fuentes conocedoras del caso, el hombre tiene antecedentes policiales y había estado en prisión.

La niña vive entre semana con su madre en la prisión de Picassent, pero pude salir los fines de semana con algún familiar y así había sucedido. La alcaldesa de la localidad aseguró que ni el agresor ni la niña estaban empadronados en el municipio y la Generalitat valenciana anunció que asumirá temporalmente la tutela de la niña por estar en situación de desamparo, al no poder acudir su madre a cuidarla.