Síguenos en redes sociales:

POR EL REVENTÓN DE UNA RUEDA

A juicio la empresa del autobús que dejó 9 muertos en Orpesa en 2008

El dueño y el jefe de taller se enfrentan a 4 años de cárcel por homicidios imprudentes y lesiones

A juicio la empresa del autobús que dejó 9 muertos en Orpesa en 2008

El administrador y el jefe de mantenimiento de una empresa de autobuses de Cartagena, Autocares Meroño, se sentaron ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal 2 de Castelló para enfrentarse a cuatro años de prisión por nueve homicidios por imprudencia grave y 22 de lesiones. Están acusados por el accidente mortal que sufrió un autobús que hacía la ruta de Nador (Marruecos) a Barcelona en la AP-7, en agosto del 2008 en Orpesa, en el que murió el conductor y ocho pasajeros --entre ellos un niño--. Es el segundo peor de la historia provincial tras el caso de Torreblanca en 1992, con 45 muertos.

La causa del siniestro fue el reventón de una rueda delantera, que provocó que el chófer perdiera el control. El vehículo salvó la mediana, invadió el sentido contrario y acabó en la cuneta, tras chocar contra un árbol y un talúd. Según la Guardia Civil de Tráfico y la Fiscalía Provincial, el estadillo estuvo motivado por el «pésimo estado del neumático».

Los dos procesados se defendieron ayer de las acusaciones y alegaron que la flota de la empresa pasaba todas las inspecciones y realizaba controles habituales. El jefe de mantenimiento declaró ayer que «cada mes o mes y poco» los autobuses «paraban y se revisaban» e incidió en que solo 15 o 20 días antes de la tragedia también se examinó.

EL JEFE DE MANTENIMIENTO

«Ese autobús iba perfecto cuando salió. No le pudieron encontrar ningún defecto. Tuve las ruedas en mis manos y estaban en perfecto estado», sostuvo el jefe de taller, quien indicó que el vehículo pasó la ITV en abril del 2008, cuatro meses antes del siniestro. «Cuando vi el estado en el que estaba la rueda del reventón me quedé blanco. No había visto nada igual en 28 años de experiencia. Tuvo que ser un problema en la convergencia. Es imposible que ese desgaste se haga en seis meses que tenían las ruedas y yo tengo la conciencia tranquila», indicó.

Por otra parte, el acusado puso cierta responsabilidad en el conductor fallecido y dijo que tenía que haber «parado» y «aminorado» la marcha. «Si algunos de los heridos en el accidente dicen que oyeron ruidos raros, el chófer tuvo que oírlos también», comentó. «Me duele porque era amigo mío, pero lo hizo mal», dijo el procesado, quien admitió no estar de acuerdo con el informe de la Guardia Civil que señala deficiencias en el neumático.

Una decena de testigos debían declarar ayer por videoconferencia, un sistema que volvió a dar problemas de conexión y que causó retrasos. El juicio se prolongará durante varios días.

Pulsa para ver más contenido para ti