La Policía Nacional de Vila-real ya se ha hecho cargo de la investigación del ataque de dos perros sufrido el pasado lunes por el corredor Néstor Campos, que se encuentra ingresado en el Hospital la Plana con graves heridas en una pierna y varios mordiscos en un brazo, las ingles y la cabeza, como publicara ayer Mediterráneo. 

Los agentes tratan de dilucidar ahora si los propietarios de los dos animales cometieron alguna negligencia durante el paseo en el que se escaparon y se abalanzaron sobre la víctima. La Policía Local de Vila-real, que fue la primera en acudir al lugar y confeccionó el atestado inicial, ha confirmado a este diario que los dos perros, un macho y una hembra, tenían chip y seguro. Precisamente, la lectura de dichos chips ha desvelado que los dos animales son un cruce de razas y no potencialmente peligrosos, como en un principio creyeron el herido y sus allegados --sostenían que uno era Tosa Inu--.

Los dueños de los canes declararon ante los agentes municipales que los llevaban atados con una correa de 1,5 metros cuando tiraron de ella y se escaparon para abalanzarse sobre el corredor.

A pesar de su agresivo comportamiento, los perros no han sido retirados a sus propietarios ni puestos en cuarentena. De hecho, ayer continuaban en la parcela vallada del camí Vora Riu de Vila-real donde suelen estar, como pudo comprobar este rotativo. Los dos ejemplares muestran una actitud desafiante y defensiva ante la presencia de gente en la zona, con fuertes ladridos.

Informe veterinario

Según han explicado fuentes policiales a este periódico, sus dueños disponen, según el protocolo marcado por la ley autonómica, de 14 días de plazo para presentar un informe veterinario que acredite que los animales tienen todas las vacunas correspondientes puestas y la documentación en regla.

La víctima del ataque critica que los dueños de los animales no se hayan puesto en contacto con él para preguntarle cómo se encuentra ni que tampoco se hayan interesado por su estado a través de terceras personas. «Esto no puede volverle a suceder a nadie y hay que dar visibilidad a este tipo de sucesos», dice desde su cama del hospital el vila-realense. 

El runner atacado se muestra en contra del cambio de legislación que prevé el Gobierno para eliminar la lista de ocho razas potencialmente peligrosas --ahora sus propietarios están obligados a llevarlos atados, con bozal y a tener un seguro de responsabilidad civil--. «No estoy a favor de que las precauciones se quiten. Cuando un perro corpulento te ataca no tienes escapatoria», señala.

Un muerto en la Vall y otro herido grave en Benicàssim

El brutal ataque sufrido por Néstor Campos el pasado lunes en Vila-real no es un caso aislado. El castellonense Juventino Pérez acabó en el año 2018 en el Hospital La Fe de València y tuvo que pasar por quirófano tras la agresión de otros dos perros --un pitbull y un agresivo pastor alemán-- cuando entrenaba para correr la Maratón de Castelló por el camí de Les Villes de Benicàssim. Salvó su vida gracias a la valiente intervención de Enrique Emo, quien puso en riesgo su propia seguridad para recogerlo del suelo y cargarlo en su furgoneta. 

Ese mismo mes de enero un vecino de la Vall de unos 70 años falleció tras ser ingresado en estado crítico en la UCI del Hospital la Plana, como consecuencia de las heridas sufridas después de ser atacado por varios perros, cuando trabajaba en una finca del camino de Miramar.