Más de tres largas horas ha llevado este jueves en la Audiencia Provincial de Castellón la constitución del jurado popular que deberá durante cinco jornadas analizar el crimen machista de Eva Bou, del que está acusado quien fuera su pareja, el exlegionario Jose Luis Gallego. Cabe recordar que el procesado huyó a Argentina y fue detenido en la zona de Posadas, al norte del país, dos meses y medio después.

El cuerpo de la víctima fue hallado en la casa de Borriol que ambos compartían con una herida mortal por una especie de arma blanca que le atravesó la mama. Las acusaciones mantienen que la mujer sufría malos tratos y pretendía poner fin a su relación sentimental.

La declaración del acusado

Gallego, físicamente cambiado y con la cabeza rapada, se ha sentado a las 13.30 horas en el banquillo, tras ser conducido a la sala desde los calabozos. Hasta ahora, el procesado nunca había declarado. Sin embargo, este jueves ha decidido hacerlo, aunque respondiendo solo a las preguntas de su abogada. El procesado ha negado que matara a su pareja y ha sostenido que fue ella quien se quitó la vida con una pistola de 9 milímetros. Esta afirmación ha sorprendido a los presentes, pues la autopsia determinó que Eva murió por una puñalada con un objeto punzante que le atravesó la mama. A este respecto, Gallego ha dicho: "Creo que la autopsia no se hizo bien". Asimismo, ha dejado caer la posibilidad de que la víctima estuviera "triste" y "en depresión".

El acusado ha reconocido que en las horas previas a la muerte hubo discusiones entre ambos, que los dos amenazaron con dejar la relación e incluso con quitarse la vida. En concreto, Gallego ha sostenido que se enfadó con la fallecida porque, al planear su futura boda, esta se interesaba especialmente por el régimen de gananciales. "Le dije que ya no me quería casar y que era una interesada", ha asegurado.

Sobre su fuga y detención

Por lo que respecta a su detención, el exlegionario ha querido dejar claro que fue él quien llamó a la Comandancia de la Guardia Civil para entregarse. "Los agentes me reconocieron que si yo no hubiera llamado, no me habrían encontrado porque no tenían ni idea de dónde estaba", ha afirmado el acusado, incidiendo en que su intención siempre fue volver "para que se supiera la verdad". Así, apuntó que si hubiera querido, podría haberse ido a cualquier país que no tuviera tratado de extradición.

En la lectura de los escritos de acusación y defensa, previa a la declaración de Gallego, se ha evidenciado que la Fiscalía pide 25 años de cárcel por estos hechos, mientras que la acusación popular ejercida por la Generalitat, solicita 27. Por su parte, la defensa niega los hechos por los que se acusa al exlegionario y pide la libre absolución.

Mañana será el turno de los primeros testigos de una larga lista que declararán en las próximas jornadas. También están citados a declarar investigadores de la Guardia Civil y forenses.