Las amigas y los familiares de Eva Bou, hallada muerta en la casa de Borriol que compartía con su pareja en el 2018, describió ayer, durante la tercera sesión del juicio, un calvario de malos tratos. Las dos mujeres que compartieron la última noche de fiesta de la víctima explicaron que estaba decidida a dejar a José Luis Gallego, el exlegionario que está acusado de matarla y para quien la Fiscalía pide 25 años.

«Recuerdo que aquella noche él la llamaba y le pedía volver, pero ella no quería. Nos contó que quería dejar la relación porque se sentía maltratada por él», declaró una de las testigos, quien afirmó que una vez vio a Eva Bou con una «señal» en el ojo y que la chica les confesó que su novio no la dejaba trabajar. Esta misma amiga contó al jurado popular que analiza el supuesto crimen machista que Gallego era «posesivo» y le «marcaba» lo que tenía que hacer. 

«Una vez, él llegó a proponernos en serio robar una joyería, pero nosotras no le hicimos caso. Creo que a Eva la usaba para robar», dijo la misma mujer.

"La tenía aislada"

La otra amiga que las acompañó en su última noche de fiesta aseguró que durante unas fiestas de la Magdalena, Gallegó «amenazó de muerte a Eva con una botella de cristal». «Nos fuimos corriendo y nos escondimos en los baños de un Bingo hasta que el local cerró», explicó la testigo, quien reconoció que en alguna ocasión le dio cobijo a la fallecida en su vivienda tras haber tenido problemas con el acusado. «Una vez vino con el ojo morado y un corte en la ceja. Él la tenía aislada, no quería que hablase con nosotras y solo estaban metidos en grupos de la Legión», dijo.

Preguntadas por el momento en el que se enteraron de la muerte de Eva Bou, las dos amigas dijeron que lo vieron en las noticias. «Al ver que era en Borriol, pensé que podía ser ella», apuntó una.

En la tercera sesión del juicio oral contra Gallego también declararon los padres y el hermano de la víctima. Los tres lo hicieron protegidos por un parabán.

Al padre nunca le gustó la relación

El progenitor explicó, a preguntas de la Fiscalía, que delante de la familia la pareja se comportaba «normal». Sin embargo, reconoció que el exlegionario nunca le gustó para su hija y habló de malos tratos. «Varias veces se quedó a pasar la noche en nuestra casa tras una pelea y venía con lesiones: un ojo morado, marcas en el cuello...», afirmó el hombre.

La madre de Eva Bou también recordó un episodio en el que la Policía Local de Borriol los avisó para que fueran a buscar a su hija, que estaba semidesnuda y descalza en la calle, tras una pelea. «Dijo que tenía miedo porque le iba a pegar», apuntó en el juicio.

Gallego escuchó los testimonios desde el banquillo, donde aún luce el nombre de Eva tatuado en el cuello.

La declaración hoy de los forenses será determinante

Después de que el acusado, José Luis Gallego, dudara de la autopsia practicada al cuerpo sin vida de Eva Bou, hoy será determinante la declaración de los peritos forenses. El procesado dijo durante su interrogatorio, en la primera declaración que realizaba en dos años y medio, que la mujer murió por un disparo accidental por arma de fuego --una antigua pistola que tenían sobre la chimenea-- y no apuñalada por un arma blanca no convencional, como recoge la investigación. Los doctores serán preguntados por las heridas que presentaba la fallecida y por el arma con el que fueron producidas.