Castelló volvió a realizar ayer controles de alcoholemia en ciudad después de un año y tres meses sin hacerlos por la pandemia y la falta de protocolos claros al respecto. En la capital de la Plana, concretamente, no se había llevado a cabo ninguno de estas características desde el 7 de marzo del 2020, como confirmaron fuentes de la Policía Local durante el primero de los puntos de verificación, ubicado en la carretera Almazora. De los 36 conductores sometidos al test sobre las 11.30 horas, ninguno dio positivo. Por la tarde, continuaron las pruebas.

Desde que empezara la crisis del covid-19, únicamente se hacían los correspondientes test de alcoholemia y drogas si se producía un accidente o había indicios de que un conductor circulara de forma errática o temeraria.

Los controles continuarán este jueves y también lo harán hasta el día 22 no solo en Castelló, sino en otras localidades de la provincia que se han adscrito a la campaña nacional de la Dirección General de Tráfico (DGT). También harán este tipo de altos la Guardia Civil (en vías interurbanas), así como la Policía Autonómica.

Los agentes paraban a los vehículos de forma aleatoria. BIGNÉ

Los protocolos anticovid están más presentes que nunca. Como pudo comprobar Mediterráneo, los policías emplean guantes y desinfectan el alcoholímetro con gel hidroalcohólico en cada uso. Además, es el propio conductor quien coge y desembolsa la boquilla.

Otra de las localidades que ayer se sumaron al llamamiento de la DGT fue Burriana. Allí, no se interpuso ninguna denuncia en más de 60 vehículos parados a los que se les hizo prueba de alcohol. Por la mañana, el dispositivo se situó en la avenida 16 de julio y por la tarde en la carretera del Puerto. El operativo estuvo compuesto por seis agentes (uno para dar el alto, otro para pedir documentación, un tercero para practicar la prueba, un cuarto por si un vehículo escapaba y un supervisor).

En Burriana también se llevaron a cabo ayer controles en el marco de la campaña. ISABEL CALPE