Phishing, smishing, vishing... A los millennials puede que les suenen familiares estos términos aparecidos con el auge de la banca virtual y las operaciones con su entidad financiera a través de los dispositivos móviles, tablets u ordenadores. Para las personas más entradas en años puede que estas palabras inglesas no supongan más que extrañísimos términos a los que no dan demasiada importancia. ¡Error! Se trata de las principales artimañas de los ciberdelincuentes para apropiarse del dinero ajeno aprovechándose de descuidos o excesos de confianza de los usuarios de banca electrónica.

Los clientes de bancos y cajas de ahorro sufren cada vez más los efectos de estas estafas virtuales, por lo que las entidades se han visto obligadas a aumentar sus campaña de información para advertir de estas prácticas fraudulentas, que se pueden evitar simplemente extremando las precauciones.

El phishing tiene su principal vía de entrada a través de los correos electrónicos. Los ciberdelincuentes intentan extraer datos relevantes y contraseñas enviando emails en los que solicitan esa información haciéndose pasar por correos de los propios bancos. El smishing persigue lo mismo, pero en este caso mediante SMS o mensajes de WhatsApp para pedir información o, en el peor de los casos, piratear el smartphone. Por último, el vishing recurre a las llamadas directas por teléfono en las que los estafadores se hacen pasar por empleados de tu entidad bancaria.

¿Cómo detectar estas prácticas?

  • Comprueba siempre que el remitente es de confianza y si tienes dudas, no abras los enlaces.
  • Sospecha de mensajes con faltas de ortografía o que utilizan expresiones poco naturales.

¿Cómo evitarlos?

  • No compartas los datos ni el PIN de tu tarjeta de crédito. Tampoco debes introducirlos en webs o emails que parezcan sospechosos.
  • Desconfía de los mensajes urgentes o que te ofrecen chollos.
  • No descargues contenido de webs desconocidas o de apps gratuitas: películas, libros, música...
  • Los códigos para autorizar tus compras online son personales, ¡nunca los compartas!
  • Recuerda: Tu entidad bancaria nunca te va a pedir tus datos personales ni de tu tarjeta por email ni SMS.