Las imágenes que ha aportado una protectora de animales para denunciar el enésimo caso de maltrato por abandono detectado son de las que pueden herir la sensibilidad de algunas personas. Dos perros malvivían hasta hace pocos días sin alimento y rodeados de sus propios excrementos en una casa de la Vall d'Uixó, víctimas, al parecer, de las diferencias entre dos jóvenes que habrían roto una relación sentimental, según informaciones facilitadas a Mediterráneo por los denunciantes.

Ambos canes llevaban un tiempo indefinido sin comer, dado el evidente estado de desnutrición en el que se los encontró el joven que, finalmente, decidió acceder a la mencionada casa para recuperar a los animales. Entre lágrimas y en un «evidente estado de ansiedad», como explicaron desde la protectora, el que en principio sería copropietario de los perros grabó un vídeo para dejar constancia de lo que estaba viendo, en el que increpaba a la persona que se suponía estaba haciéndose cargo de su mantenimiento, por tenerlos en esa situación.

Orines y heces por todas partes, pero nada de comer. Así estaban ambos canes encerrados en la casa. Según explican desde la protectora, su papel en este asunto no es ponerse del lado de ninguna de las dos partes implicadas, pues entienden que deberán ser las autoridades las que esclarezcan las responsabilidades en este manifiesto caso de maltrato animal, aunque remarcan que fue el joven que ha recuperado a los canes el que se puso en contacto con ellos y el que «por el momento, se ha hecho cargo de ellos y los está cuidando», aportando la documentación gráfica que demuestra los hechos.

El joven que ha puesto en conocimiento de la protectora estos hechos junto a los dos animales tras recuperarlos. MEDITERRÁNEO

La organización animalista remarca que el caso «es muy grave» y espera que «se haga justicia», porque los perros podrían haber muerto de haber transcurrido más tiempo. A su vez, inciden en que, según sus informaciones, en aquella casa también vivían dos gatos «de los que no sabemos nada».

La nueva Ley de Bienestar Animal —aprobada el pasado mes de febrero— establece sanciones de hasta 600.000 euros, dependiendo de la gravedad de la situación de maltrato, e incluso contempla la inhabilitación al propietario para la tenencia de animales que puede ser de cinco a diez años en caso de hechos tipificados como muy graves.

La protectora denunciante espera que las autoridades tomen cartas en este asunto, investiguen qué ha pasado y apliquen la normativa para persuadir de la comisión de nuevas acciones como la detectada estos días en la Vall.