Sobre las 13.00 horas, la Policía Local de la Vall d’Uixó recibía hoy una llamada del 112 informando de que un cazador había notificado el hallazgo en la montaña de unos restos óseos que podían ser los de una persona. Una patrulla se ha trasladado al lugar y no ha tardado en confirmar que era así. En el entorno de la Penya Migdia, en un punto de difícil acceso, había un cadáver. Así se lo han comunicado a la Guardia Civil que, a partir de ese momento, se ha hecho cargo de la investigación.

Varias horas después, ya eran casi las seis, tras haber movilizado a la Unidad de Rescate de Montaña de Bombers de Diputació, se ha decidido efectuar la extracción aérea de los restos, por lo que se ha trasladado al punto indicado un helicóptero de Emergencias. Una vez completada la operación, ha aterrizado en la pista de atletismo desde donde el cadáver ha sido derivado hasta el Instituto Anatómico Forense, como es preceptivo en estos casos.

Solo el análisis de los restos podrá determinar la identidad del cadáver, aunque por la zona en la que se ha producido el hallazgo, existen serias sospechas de que pueda tratarse de David Leiva, el vecino de la Vall de 44 años residente en Xilxes que desapareció en el mes de agosto del 2021. Hoy, precisamente, se cumplían los 14 meses desde que se informara de manera oficial de su ausencia.

Hasta que un forense diga la contrario, por el momento, los restos no tienen identificación, sin embargo, la posibilidad de que sea Leiva está en mente de las autoridades. De hecho, tal y como han confirmado fuentes municipales consultadas, en los alrededores del lugar en el que estaba el cadáver se realizaron varias batidas en el marco del dispositivo especial de su búsqueda puesto en marcha en agosto del 2021, en el que llegaron a participar unas 130 personas, entre profesionales y voluntarios.

En el barranco de Aigualit

Las últimas personas que lo vieron señalaban el barranco de Aigualit como punto de partida para abordar su búsqueda. A través de ese barranco se inicia la ruta más habitual para acceder a la Penya Migdia, por el Coll d’Aigualit. Y con esas indicaciones se organizaron las batidas, que llevaron a los equipos de rescate a entrar en simas y cuevas sin dar con él. Han tenido que pasar un año y dos meses para que, de forma casual, alguien haya dado allí con los restos de una persona.

El pasado mes de agosto, coincidiendo con el primer aniversario de la desaparición de David Leiva, su mujer y madre de sus dos hijos reconoció que se temían lo peor y admitió que lo que más ansiaban a esas alturas era tener noticias, aunque no fueran buenas. De confirmarse las sospechas, el desenlace de esa historia estaría más cerca de producirse.

Los restos de la ropa también podrían ayudar, aunque también estaban evidentemente deteriorados. La última vez que lo vieron llevaba unas bermudas negras y un polo marrón con rayas verdes.

Lo cierto es que, por excepcionales que sean este tipo de hallazgos, esta no es la primera vez en la que, tras encontrar un cuerpo, se apunta a Leiva. El pasado mes de agosto se comunicó la presencia de un cadáver en el barranco de les Vinyes de Alfondeguilla, aunque la investigación nunca tuvo sospechas sobre ese extremo, los restos eran los de una mujer.

Sobre ese asunto poco más se ha sabido, salvo que, como ya dijeron los vecinos en aquel momento, era «todo un misterio», pues en la localidad no faltaba nadie.

El caso del cazador de Catí

Tampoco sería la primera vez en la que la provincia asistiría a la confirmación de la muerte de un desaparecido. En el mes de septiembre del año pasado, las autoridades confirmaban que habían dado con los restos de Felipe Boix, el cazador de Catí del que se perdió la pista en diciembre del 2020.

Durante nueve meses no se tuvo ninguna noticia de este cazador que había salido a practicar su afición con unos compañeros y ya no regresó a casa. Durante varios días hubo un amplio dispositivo de búsqueda. Una vez desactivado, la familia y el Ayuntamiento de Catí organizaron diversas batidas sin éxito. Hasta que en septiembre, apareció en el monte.