Nueva profanación a una iglesia de Castellón: Roban los cepillos y abren el Sagrario en Segorbe

Nuevo robo en un templo religioso de la provincia. Los ladrones entraron el pasado fin de semana en la iglesia parroquial de Santa María de Segorbe y sustrajeron los cepillos, además de otros objetos. No contentos con eso, tal y como confirmó ayer el Obispado de Segorbe-Castellón, abrieron el Sagrario y derramaron las Sagradas Formas, depositadas en el copón y en el viril de la custodia.

Todo parece indicar que el robo se produjo el domingo por la noche, tras escalar los intrusos y forzar la reja de una de las ventanas de la iglesia. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer los hechos.

El obispo, Casimiro López, emitió ayer un comunicado tras ser alertado del suceso y lo calificó como «grave profanación».

López lamentó que, en mes de un mes, se hayan producido dos hechos de similares características en la Diócesis. Y es que, como ya publicara Mediterráneo, el pasado 24 de enero se produjo otro robo en la iglesia San Francisco de Asís de Castelló. En el robo fue sustraído el viril con el Santísimo, depositado en el Sagrario.

Profanan una iglesia en Castelló

«Pido a toda la comunidad y, en especial, a todos los párrocos y otros rectores de iglesias que extremen las medidas de seguridad para evitar hechos como estos», dijo ayer el obispo, quien habló de «actos sacrílegos» contra «el mayor tesoro que tenemos los Católicos: la Santísima Eucaristía».

Domingo día 5

Con el objetivo de reparar este nuevo acto, López confirmó ayer que celebrará el domingo 5 de marzo, a las 12.00 horas, una misa de desagravio en la iglesia de Santa María de Segorbe. Asimismo, el obispo ha pedido a los sacerdotes de todas las parroquias, capillas y templos de la provincia que también lleven a cabo actos de desagravio.

Llamada a la Fe

«Exhorto de nuevo a todos los fieles católicos a aprovechar lo acontecido para renovar nuestra Fe y devoción», dijo ayer López en su comunicado en el que se mostró convencido de que detrás de este suceso está «la llamada a la conversión dirigida a cada uno de nosotros». «Hagamos de este agravio una oportunidad de desagravio y que esta ofensa sea ocasión para suscitar y manifestar nuestro amor a Jesucristo», apuntó este lunes el obispo de Castellón.