Tras una semana en la que la fiesta por la noche ha estado floja, salvo el día de la xulla y del concierto de Dusminguet, ayer la fiesta por los casales volvió a hacerse notar en las calles de Vila-real. Las peñas programaron diferentes actividades en sus casales y al final la mayoría acabó en las grandes peñas de la zona de la calle Burriana hasta altas horas.

El presidente de la Comissió de Penyes, Héctor Folgado, reconoció que en "los días laborables ha habido un bajón porque la gente trabaja, aunque durante el día ha habido mucha afluencia en la Fira de la Tapa". Sin embargo, está seguro de que, aunque llueva, "estas noches habrá mucho ambiente".

Igual opina el concejal de Fiestas, Esteban Mañanós: "La mayoría sale por la noche los fines de semana y entre semana las fiestas son más tranquilas, pero esto no se puede cambiar porque es un municipio cerámico". Por su parte, la reina de las fiestas, María Ruiz, y sus damas, comentaron que esta semana está siendo inolvidable.