Apenas dos meses después de la puesta en marcha de la Ciutat Esportiva Municipal (CEM) de Vila-real, un menor de 9 años resultó herido al desprenderse uno de los bloques de las gradas, ante la cual el alcalde, José Benlloch se apresuró a anunciar que «el consistorio pedirá a la constructura las responsabilidades que puedan derivarse de la situación y de cualquier problemas estructural que se detecte en la infraestructura». Los hechos sucedieron sobre las 12.30 horas, cuando el niño, jugador del benjamín A del CD Onda, que ya había disputado un partido, estaba viendo, junto a familiares, un partido de fútbol base que disputada su hermano en la categoría querubín. Estaba sentado cuando la pieza de hormigón cedió de forma repentina. El menor fue trasladado al Hospital de La Plana, donde fue diagnosticado de fracturas de tibia y peroné, y permanecerá ingresado y en observación hasta mañana.

El alcalde, José Benlloch, y la concejala de Deportes, Silvia Gómez, se desplazaron hasta la Ciutat de l’Esport y el centro hospitalario para acompañar a los familiares e interesarse por el estado del joven. Los técnicos municipales de Urbanismo y la Policía Local acudieron de inmediato a las instalaciones. Gómez indicó que «ya se ha realizado una primera inspección ocular por parte de técnicos municipales» para comprobar el bloque afectado y revisar el resto de la zona de espectadores. Tras este paso, se decidió «acotar la grada cedida como otras próximas, como medida de prevención».

El alcalde, José Benlloch, dijo ayer a Mediterráneo que la obra «ha tenido una inversión de 2,5 millones, recepcionada hace poco; a simple vista no había defectos pero si hay algo en condiciones no adecuadas se establecerán los mecanismos que establece la ley». Sobre la mercantil que realizó la obra, comentó que «pagamos para tener las cosas bien, por esto estudiaremos lo ocurrido y no habrá ni un problema para que asuma sus responsabilidades». El primer edil se puso en contacto con los portavoces de los grupos municipales «para mantenerles informados».

NUEVO ANÁLISIS // Mañana se hará un nuevo análisis, ya con representantes de la constructora. «Cualquiera podría pensar que no es normal que pase algo así; en función de los resultados pediremos responsabilidades, y más teniendo en cuenta el poco tiempo que lleva funcionando», añadió Gómez. Pese al incidente y del vallado preventivo, la CEM funciona con normalidad.

La instalación cuenta con más de 58.000 m2 de superficie en el entorno de la Bassa d’Insa. Dispone de dos campos de fútbol 11, y desde su entrada en funcionamiento, acoge regularmente a cerca de 1.000 futbolistas de los tres clubs locales.