A nadie escapa que el sector del ocio, que abarca espectáculos de todo tipo, está atravesando el peor de los momentos en décadas, como consecuencia de las restricciones que imponen las autoridades sanitarias para, al menos, ralentizar la expansión de la pandemia del covid-19, con el fin de que no se repita el colapso hospitalario que caracterizó la primera ola del coronavirus.

Y precisamente esa situación de crisis es la que, en lo posible, se intenta mitigar desde el Ayuntamiento de Vila-real que, dentro de sus posibilidades económicas, viene organizando desde hace unos meses y desde que se levanto el primer estado de alarma, una serie de iniciativas de apoyo a la música, el teatro, la danza e, incluso, los varietés.

Y es que, ayer, arrancó la primera de las cuatro sesiones previstas para este mes de noviembre de la última actividad lanzada desde la Concejalía de Turismo y Fiestas, que encabeza el edil Diego Vila, tras cerrar un acuerdo con la Chica Karamelo, quien liderará unos espectáculos, cada viernes y en el Jardín Alaska, en los que también participarán artistas como Alfredo Rey, Tete Linares, Manu Navarro o Juanra Castillo.

El mal tiempo y la lluvia provocaron que las personas interesadas --en su gran mayoría, de edad avanzada-- prefirieran no salir de sus casas para recoger las invitaciones en el Auditori Municipal, lo que restó asistentes a la primera actuación. Aproximadamente, se cubrió la mitad del aforo máximo, establecido en no más de 130 personas.

Sin embargo, quienes sí que apostaron por acudir a la cita disfrutaron de un espectáculo que, bajo el título de Records de la Vila y con todas las medidas de seguridad necesarias, se caracterizó por el desenfado de la Chica Karamelo y las voces inconfundibles e incombustibles de Alfredo Rey y Antonio Romero.

«Este sector, así como las salas de baile o la restauración se están viendo gravemente perjudicados por las consecuencias del covid-19, por lo que desde el Ayuntamiento se les intenta ayudar», señala el edil Vila.