La Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad mantiene su apuesta por priorizar la construcción de una gran rotonda como nexo de unión de la ronda suroeste de Vila-real --ahora en construcción-- y la N-340, en vez de ejecutar el enlace a distinto nivel que defiende el Ministerio de Fomento y que supondría una mayor inversión y un plazo de ejecución más prolongado.

Así lo confirmaron ayer a Mediterráneo fuentes del departamento autonómico que encabeza el conseller Arcadi España que, además, adelantaron a este rotativo que no hay previsión, a corto plazo, de realizar una reunión entre responsables de la Generalitat y del Gobierno central para cerrar un acuerdo respecto a la solución a adoptar para dar una salida efectiva a la circunvalación de Vila-real por el oeste del casco urbano.

El todo caso, lo único cierto a día de hoy es que, a unos tres meses para finalizarse la primera fase de la ronda, lo que permitirá abrirla al tráfico, la fórmula a adoptar para unir este vial con la carretera estatal es una incógnita.

Tanto es así, que el Ayuntamiento ha elaborado un proyecto de mejora del área industrial sur, financiada por el Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace), que permitirá completar tres conexiones de la circunvalación con vías urbanas para darle una salida provisional.