Las avenidas Bélgica y Portugal o la carretera de Onda son algunos de los puntos de Vila-real en los que, durante los últimos días, se han visto máquinas y operarios de la empresa Becsa-Simetría. El objetivo no es otro que el de mejorar el firme de algunos tramos más deteriorados a causa del elevado tráfico que soportan, en ocasiones incluso de vehículos pesados.

Y es que el consistorio adjudicó a finales del año un nuevo contrato de mantenimiento de calzadas de vías urbanas y rurales «para dar respuesta de forma ágil a las incidencias detectadas en la trama viaria del término municipal para garantizar la puesta a punto y una correcta conservación», indican.

Con un importe anual de 435.500 euros y una duración de dos años, la adjudicación supone una inversión de cerca de un millón de euros y permite agilizar las intervenciones en las 400 calles de la red viaria del casco urbano.