Tras la polémica decisión judicial que ha ordenado la retirada de los colegios de los libros de temática LGTBI, Compromís per Vila-real ha querido mostrar este lunes su opinión al respecto y ha pedido al Ayuntamiento vila-realense que compre los mismos libros "prohibidos" en Castelló para repartirlos en los centros educativos.
Desde la formación nacionalista consideran que cualquier educación hecha desde la libertad y donde se cultiva el espíritu crítico hace incomprensible cualquier prohibición de libros, lo que equivale a "cerrar el país o las mentes de las personas a la entrada de otras ideas".
"La prohibición, censura y persecución de libros es una decisión medieval que los países democráticos de Europa hace siglos que superaron, pero España no lo ha hecho", lamentan desde la coalición.
"La prohibición, censura y persecución de libros es una decisión medieval que los países democráticos de Europa hace siglos que superaron, pero España no"
En concreto, Santi Cortells, portavoz adjunto de Compromís per Vila-real, ha incidido en que "la obligación de las administraciones públicas es velar por una educación abierta, crítica, plural, sin censuras y que desarrolle el espíritu crítico de todas las estudiantes y de todos los estudiantes y prohibir libros va justamente en la dirección contraria".
Distribuir los libros ya este curso
Por ello, la formación ha registrado una moción para que se distribuyan a lo largo del actual curso lectivo 2021-2022 varias copias de los libros mencionados en el primer acuerdo de esta moción entre los centros públicos, concertados y privados de primaria, secundaria, bachillerato, Formación Profesional, la escuela de adultos y la biblioteca municipal de la ciudad de Vila-real.
"Los estudiantes deben ser capaces de discernir lo que necesitan extraer, concluir o pensar sobre cualquier libro o lectura sin que tenga sentido ninguna censura por parte de las administraciones públicas"
"Es necesario ahora más que nunca que el Ayuntamiento de Vila-real rechace completamente la censura y persecución de libros por parte del poder judicial, ya que no es propia de ninguna sociedad moderna, donde la educación sirve justamente para desarrollar el espíritu crítico. Los estudiantes deben ser capaces de discernir lo que necesitan extraer, concluir o pensar sobre cualesquiera libros o lecturas sin que tenga sentido ninguna censura por parte de las administraciones públicas", ha concluido el concejal de Compromís.