El Ayuntamiento de Vila-real prevé aprobar en el transcurso del pleno ordinario del mes de abril, a celebrar mañana, un plan director con el que se pretende garantizar el abastecimiento de agua potable a los vecinos y las industrias de la ciudad, al menos, para los próximos 25 años.

La hoja de ruta, elaborada por Facsa, la actual empresa concesionaria del servicio, analiza la situación actual del mismo e identifica posibles mejoras para dar respuesta a las necesidades presentes y futuras, a la vez que propone alternativas que permitirán garantizar la demanda a largo plazo.

Entre las acciones a acometer en los próximos años para garantizar que el agua potable llegue a todos los hogares con una calidad óptima se hace hincapié en la renovación completa de la red de distribución, que en un 50% tiene una antigüedad de más de un cuarto de siglo. Para ello se calcula una inversión total de unos 60 millones de euros, dirigida a incrementar las capacidades de bombeo en puntos clave o renovar grandes instalaciones, como son los edificios dependientes del servicio o los sistemas eléctricos.

Por una óptima cobertura

El concejal de Servicios Públicos, Xus Madrigal, señala que desde el ejecutivo vila-realense «consideramos necesario llevar a cabo este plan director para estar preparados y poder garantizar una óptima cobertura hídrica en un plazo amplio de tiempo; y, por ello, nuestro objetivo era detectar de forma precoz posibles fallos o asuntos a mejorar en el sistema hídrico de la ciudad, con el fin de evitar problemas mayores a medio y largo plazo».

Asimismo, otros de los objetivos del plan director pasan por mejorar la eficiencia del suministro con la implantación de las últimas tecnologías en la prestación del servicio, como son la telelectura de los contadores --al igual que ya se da ahora en los aparatos de consumo eléctrico--, análisis big data para localizar posibles problemas y actuar con rapidez, la modelización y los gemelos digitales o sistemas expertos de gestión de redes.

Sustituciones en la red

De esta forma, y teniendo en cuenta los resultados del estudio realizado por Facsa, la propuesta del programa de actuación plantea la renovación de la red de abastecimiento, consistente en la sustitución de las conducciones; la implantación del sistema de telelectura de contadores en todos los hogares y empresas; la conexión del depósito ubicado cerca de la carretera de Onda con la red de abastecimiento municipal; mejoras en la red para incrementar la presión en diferentes zonas; o acciones tecnológicas como la ampliación del sistema de control de calidad.

Asimismo, se adaptará el servicio a los nuevos requerimientos legislativos en esta materia; se adecuarán los edificios anexos a las instalaciones del servicio; se reformarán los sistemas eléctricos que presentan elementos obsoletos; y se ampliará el anillo de agua potable de la ciudad para mejorar su distribución a largo plazo. 

OK a las fuentes de suministro

El estudio elaborado por Facsa para el Ayuntamiento de Vila-real no solo determina las acciones a realizar en los próximos años para garantizar un servicio de abastecimiento de agua potable óptimo, sino que también determina que las fuentes de suministro de la ciudad se encuentran en un estado de conservación adecuado y que disponen de capacidad suficiente para satisfacer la demanda actual y futura, además de tener una gestión actualizada desde el punto de vista tecnológico.

Aun así, entre los aspectos a mejorar destaca la necesidad de ampliar la capacidad de almacenamiento del sistema, a lo que se suma que la red de abastecimiento presenta una edad avanzada, lo que conlleva un menor rendimiento. «Es un documento de gran importancia porque una actuación precoz ayudará a evitar grandes averías y sobrecostes», asevera el edil de Servicios Públicos, Xus Madrigal.