El paraje del Termet de Vila-real ha acogido este domingo la tradicional Festa del Termet (también conocida como Festa de la Visitació), organizada por la Concejalía de Tradiciones, para dar la bienvenida al verano con una demostración de devoción a la Mare de Déu de Gràcia que se remonta a los inicios del siglo XVII.

La fiesta, que a pesar de la pandemia no ha dejado de celebrarse ningún año, ha recuperado en esta edición el porrat popular, además de la misa y procesión, sin ningún tipo de restricciones. Para esta ocasión especial, el Ayuntamiento ha repartido la tradicional horchata con fartons en vasos conmemorativos, con más de 200 litros y 500 fartons que se han repartido también entre las residencias de mayores y comunidades religiosas.

Foto de familia en la plaza del Pastoret. Mediterráneo

La fiesta ha arrancado a las 8.30 horas, con el Rosario de la Divina Aurora en la plaza del Pastoret. Posteriormente, se ha celebrado la misa en la ermita de la patrona, con acompañamiento musical por parte del coro de la parroquia de Santa Sofia, y la vestición de medallas de la Mare de Déu de Gràcia.

El alcalde, José Benlloch, junto a la reina de las fiestas, sirve un vaso de horchata a una vecina. Mediterráneo

A continuación, la imagen ha salido en procesión por el paraje, entre numerosos fieles, que al retorno a la ermita han recibido horchata y fartons a cargo de la reina y damas, el alcalde, José Benlloch, y la concejala de Tradiciones, Noelia Samblás, entre otros miembros de la corporación. La celebración ha contado también con la actuación de la Unión Musical La Lira y el reparto del libro de la misa en valenciano editado para la ermita de la Mare de Déu de Gràcia.