El Consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del Río Millars, integrado por los ayuntamientos de Vila-real, Almassora, Burriana, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana, instalará dos puertas integradas en el entorno para facilitar el cerramiento de la senda botánica que discurre desde el paraje del Termet hasta el puente de Santa Quitèria en los casos en que, por situaciones especiales, se considere necesaria esta medida.

El objetivo de esta intervención no es otro que, como explican, evitar que los usuarios puedan acceder a la senda cuando se constate algún peligro de caída de piedras o corrimiento de tierras a causa, por ejemplo, de las fuertes lluvias, como ocurrió en septiembre del pasado año.

La Ruta Botánica se cerró en septiembre del 2021 a causa de un corrimiento de tierra y rocas consecuencia de las intensas lluvias. MEDITERRÁNEO

«El contrato, con un presupuesto de 4.114 euros, incluye el refuerzo del vallado y forma parte de las actuaciones para garantizar la seguridad del entorno emprendidas en los últimos episodios de precipitaciones intensas que obligaron a cerrar la senda al paseo», señalan desde el consorcio. 

Situaciones impredecibles

«La senda botánica, que discurre por el término de Vila-real, es una de las rutas más transitadas y queridas de nuestro paisaje protegido, pero, como en todo entorno natural, pueden producirse situaciones impredecibles o ciertos riesgos que, aunque normales en un espacio de estas características, es necesario advertir de alguna manera», indica el alcalde de Vila-real, José Benlloch, que a su vez ostenta la presidencia del organismo que gestiona el cuidado de la desembocadura del Millars.

«Esta actuación nos permitirá advertir de los peligros que puedan producirse, por ejemplo, por un episodio de lluvias fuertes e incluso cerrar el paso cuando sea necesario», añade, a la vez que explica que el cerramiento consistirá en la instalación de dos puertas, de madera y completamente integradas, que se colocarán en los accesos a la senda por el Passeig del Botànic Calduch --en El Termet-- y junto al puente de Santa Quitèria. 

Riqueza ecológica

El máximo representante vila-realense y del consorcio hace hincapié en que «el paisaje protegido de la Desembocadura del Millars es un entorno de una belleza y riqueza ecológica extraordinarias. Un entorno, además, muy querido por todos los vecinos, que queremos seguir disfrutando, con visitas guiadas, con el servicio estable que vamos a contratar o, simplemente, con el paseo o practicando deporte por nuestras sendas. Pero, tenemos que hacerlo con seguridad y teniendo claro que estamos en un entorno natural en el que pueden producirse riesgos impredecibles. Esta actuación nos ayudará a reforzar esa seguridad y advertir de los posibles peligros».