CONTRATO DIVIDIDO EN DOS LOTES

El servicio de ayuda a domicilio atrae el interés de cinco empresas en Vila-real

Garantizarán la prestación durante dos años con una inversión de 1,4 millones

Una mujer mayor en silla de ruedas y su cuidadora pasean por una calle, en una fotografía de archivo.

Una mujer mayor en silla de ruedas y su cuidadora pasean por una calle, en una fotografía de archivo. / JESÚS HELLÍN / EUROPA PRESS

Cinco empresas aspiran a encargarse de dar el servicio de ayuda a domicilio en Vila-real durante los dos próximos años. Una prestación para la que el Ayuntamiento tiene previsto invertir 1,4 millones a lo largo de los dos próximos ejercicios, tras sacar a licitación el concurso a finales de abril.

El contrato, tal como aparece desgranado en la Plataforma de Contratación del Estado, está dividido en dos lotes. El primero, cuya atención domiciliaria está integrada en el ámbito del sistema público de servicios sociales, cuenta con un presupuesto de 483.00 euros al año y seis compañías se han mostrado interesadas en ofrecerlo, cuyas pujas han sido admitidas por la mesa de contratación tras la apertura de los sobres. Se trata de las mercantiles Atentia Azahar, Ayuda Familiar Castellón, BCN Gestión de Servicios, Mediterránea Gestión Social y Cultural, OHL Servicios Ingesan y Óbolo.

Esta primera tipología de ayuda a domicilio consiste concretamente en un servicio comunitario, de carácter social, que ofrece un apoyo individualizado a nivel preventivo, educativo y asistencial a familias o personas solas con dificultades para mantener o restablecer su bienestar físico y social, favoreciendo que puedan continuar residiendo en su vivienda o entorno habitual, siempre que sea posible y conveniente.

Mientras, el segundo lote, que asciende a 232.000 euros anuales y hace referencia al servicio de atención a la dependencia, ha captado las ofertas de cinco empresas (las mismas que para el primer lote, a excepción de BCN).  En este supuesto, este recurso pretende garantizar la atención a aquellas personas que, después de su valoración de grado de dependencia o de su situación de vulnerabilidad, cuentan con la resolución -es requisito- de su programa individual de atención (PIA).

Evitar el desarraigo

En ambos casos, la atención vendrá dada por personal cualificado y supervisado en el propio domicilio de la persona o unidad de convivencia beneficiaria, con el objetivo de «atender situaciones de dependencia o cubrir los déficits personales y/o familiares para la realización de tareas esenciales de la vida cotidiana, potenciando sus capacidades y su autonomía personal, con el fin de evitar el desarraigo de su entorno», tal como viene plasmado en los pliegos.

Cara a atender las necesidades básicas en la vida diaria del usuario, además de la atención in situ en su domicilio, la labor de los cuidadores también abarca las labores de compra o acompañar a la persona en cuestión fuera del hogar a realizar paseos o realizar gestiones, como visitas médicas, tramitar documentos, comprar medicamentos o tareas similares. 

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