La escuela de verano más musical de la historia de Vila-real

Aprender nociones de lenguaje musical con otros niños mientras también tienen tiempo de hacer manualidades o disfrutan de juegos acuáticos a la vez que los padres pueden conciliar. La primera escoleta d’estiu organizada por la Unió Musical La Lira abrió este lunes sus puertas en el albergue de la Mare de Déu de Gràcia, en el Termet, donde 35 niños de 3 a 12 años (la mayoría de entre 4 y 7) fusionarán aprendizaje y diversión durante tres semanas, hasta el 14 de julio en Vila-real.

Aunque el componente musical está lógicamente muy presente al ser una escuela de verano impulsada por la banda, la actividad toca mucho más campos y ámbitos. De hecho, los organizadores (cuatro monitores y dos ayudantes en prácticas) dividen y secuencian la mañana (el servicio es de 8.30 a 14.00 horas) en tres franjas.

«La primera es la de estudio musical, en la que los niños, independientemente de su nivel, aprenden los elementos más básicos de este lenguaje y tocan los instrumentos. Después del almuerzo, hacemos actividades más dinámicas en las que el hilo conductor sigue siendo la música y, por último, algo más de ocio deportivo, como pueden ser excursiones por la ruta botánica, o manualidades», desgrana la coordinadora de la escoleta, Rocío Artero.

No obstante, algunas de las actividades más preferidas por los jóvenes serán las acuáticas, que realizarán los miércoles y viernes.

Tras muchos años organizando el tradicional campamento de verano, La Lira se dio cuenta de que hay muchos niños en la franja de 3 a 5 años, por lo que, después de unas novedosas escoletes de Navidad y Pascua, ahora llega la primera estival. Y lo hace con la intención de consolidarse en la agenda veraniega durante los próximos años.

«Salen ganando las familias, porque los niños están entretenidos y se divierten; y la propia Unió Musical, porque damos a conocer la banda y quizá, gracias a la escuela de verano, los jóvenes encuentren sensibilidad por la música y les pique el gusanillo de seguir aprendiendo», cuenta Artero. 

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