Els Lluïsos de Vila-real han celebrado su fiesta principal dentro de las fiestas que la congregación organiza cada año en el mes de septiembre. Este año es especialmente particular, ya que se conmemoran los 150 años de su fundación y, por ello, la entidad ha preparado una semana de festejos cargada de actos. La misa pontifical, presidida por el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López, ha sido el acto central de la jornada que tuvo lugar en la iglesia arciprestal San Jaime y en el que ha hecho un recorrido histórico de los momentos clave de la entidad y les ha animado a seguir con su labor religiosa. El templo ha acogido a multitud vecinos, además, han asistido diversas organizaciones religiosas de la ciudad y alrededores.
El coro Ciutat de Vila-real ha sido el encargado de interpretar la misa compuesta para el centenario de la congregación por Manuel Batalla, presidente en 1973. Terminada la eucaristía, se ha procedido a la procesión general con las organizaciones religiosas invitadas que desfilaron con sus respectivas banderas y estandartes y lucieron una corbata conmemorativa.

Para la procesión se ha recuperado el trazado original que realizaba la congregación. Durante su transcurso se ha realizado un espectáculo de pirotecnia a la altura de la plaza de la Vila que ha culminado con el disparo de décimas, una costumbre reavivada también para la ocasión. Finalmente, el recorrido religioso ha llegado hasta la arciprestal, donde se ha dejado montado el templo hasta el próximo martes 19 de septiembre, día en que será trasladado a la capilla de la congregación. Más tarde, todos los invitados han disfrutado de un vino de honor en la sede social de la congregación.