PARTICIPACIÓN ACTIVA

Un policía local ayuda a salvar la vida de un bebé en Castellón

El niño sufrió un momento crítico y el agente Martínez aceleró su llegada hasta el hospital

El coche patrulla permitió salvar el intenso tráfico a esas horas en Vila-real para atender al pequeño

‘Mediterráneo’ favoreció ayer en encuentro entre Rodrigo, sus padres y el agente Martínez, como muestra esta imagen tomada en las puestas de la jefatura de la Policía Local de Vila-real.

‘Mediterráneo’ favoreció ayer en encuentro entre Rodrigo, sus padres y el agente Martínez, como muestra esta imagen tomada en las puestas de la jefatura de la Policía Local de Vila-real. / JOSEP CARDA

Fueron cerca de 10 minutos angustiosos para Christian Pascual y Selena Ferris. Su pequeño de 16 meses quedó inconsciente y dejó de respirar, al menos aparentemente. La templanza del padre y la eficaz respuesta de los agentes de la Policía Local de Vila-real evitaron males mayores.

«Rodrigo empezó a tener fiebre por la mañana, con un pico máximo de unos 38º, le dimos Apiretal y después de comer echó la siesta, de la que despertó bien. Ya en los brazos de su madre, de golpe y porrazo, se quedó inmóvil, con los ojos abiertos y se fue poniendo morado», explica a Mediterráneo su progenitor.

Los padres de Rodrigo y el policía local Alejandro Martínez dialogan en la plaza de Sant Ferran en el momento del reencuentro de ayer.yer.POlicía Local de

Los padres de Rodrigo y el policía local Alejandro Martínez dialogan en la plaza de Sant Ferran en el momento del reencuentro de ayer.yer.POlicía Local de / JOSEP CARDA

Eran en torno a las 16.30 horas del lunes, momento complicado para la circulación de vehículos en Vila-real por cuanto coincide con la salida de escolares de los colegios. «Mi reacción fue llamar a la Policía Local para que nos pudieran abrir paso hasta llegar al hospital», cuenta Christian. Y añade: «Finalmente, y pese a lo complicado de las horas, quedamos frente a Correos y desde allí nos abrieron paso hasta llegar al Hospital de la Plana».

Los abuelos acompañaron al pequeño Rodrigo y a sus padres en su estancia en el Hospital de la Plana.

Los abuelos acompañaron al pequeño Rodrigo y a sus padres en su estancia en el Hospital de la Plana. / MEDITERRÁNEO

Y allí estaba, esperándoles, el agente Alejandro Martínez, quien activó las sirenas para acelerar al máximo la llegada del pequeño Rodrigo al hospital. «Estamos al servicio del ciudadano y a lo largo de mis 20 años de trayectoria como policía local he visto de todo, pero cuando se trata de hacer lo posible por un niño hay algo más que se te te activa en el interior», asevera el agente Martínez, quien lleva un año y medio en Vila-real.

Todo quedó en un susto

Al final, todo quedó en un susto. Rodrigo se ha recuperado bien y está junto a sus progenitores, que regresaron a casa ampliando sus conocimientos respecto a lo que le ocurre a entre un 3% y un 5% de los bebés, que con una fiebre poco elevada reaccionan con convulsiones. «Queremos aprovechar para dar a conocer a la gente en general qué es la convulsión febril y cómo hay que actuar frente a ella, porque es una gran desconocida entre los padres», afirman.

Carta de agradecimiento público de los padres

El lunes fue uno de aquellos días que recordaré por siempre. Mi hijo, Rodrigo, que cumplió un año el pasado mes de julio, un niño de pelo rubio entrerrizado, de tez clara, ojos vivos que proyectan la curiosidad de la inteligencia y una tranquilidad que despierta paz, se nos quedó desmayado en los brazos, dejó de respirar y empezó a amoratarse… El pánico cundió en su madre y también en mí.

Inmediatamente cogimos el coche, vivimos entre la localidad de Onda y Vila-real; y, en ese momento, el Hospital Universitario de la Plana se nos hacía el lugar más lejano del mundo.

Mientras salía hacia la salvación de mi hijo recurrí a la Policía Local de Vila-real, informándoles de nuestra imperiosa necesidad de ayuda, solicitando que nos esperaran al inicio del casco urbano para ayudarnos a sortear el intenso tráfico que se adivinaba encontraríamos a esa hora en la ciudad.

Y así fue como una patrulla nos acompañó desde el camino de la Ermita hasta el Hospital de La Plana, abriéndonos camino.

Gracias a la coordinada actuación del agente del retén y de la patrulla y el agente que nos acompañó hasta el centro hospitalario, mi hijo fue atendido con la prontitud que el caso requería.

Es por ello que no quiero dejar pasar la oportunidad de reconocer la inmensa labor humanitaria que nos dispensan nuestros custodios uniformados y la de los médicos que con tanta profesionalidad nos atendieron.

Gracias, gracias y más gracias, de parte de su madre, de su padre, de sus abuelos y de Rodrigo, al que cuando cumpla unos años más, le contaremos este pasaje de su vida con una sonrisa de alivio … Repito: Gracias.

Fdo.: Cristian Pascual González, Selena Ferris Roselló y Rodrigo.

Rodrigo ya tiene a un ángel de la guarda en el colectivo de la Policía Local de Vila-real… Bueno, varios, porque también jugaron un importante papel los agentes que atendieron la llamada desesperada del padre y que gestionaron la llegada del coche patrulla.

«En el hospital nos comentaron que se trata de episodios que suelen durar unos cinco minutos, y ante los que hay que reaccionar dando un antipirético y poniéndole al niño paños de agua templada aunque, en todos los casos, hay que acudir directamente al centro sanitario porque varios minutos sin respirar pueden tener consecuencias importantes», concluye Christian Pascual.