ORGANIZADA POR EL CENTRE EXCURSIONISTA Y LA FUNDACIÓ CAIXA RURAL

350 personas se suman a la Volta al Terme del 750º aniversario de Vila-real

Los 11 kilómetros de ruta se adentran en el patrimonio rural y natural de la ciudad

Lluïsos recoge 300 kilos de alimentos para colaborar con San Vicente de Paúl 

Alrededor de 350 personas participaron ayer en la 15ª edición de la Volta a Peu pel Terme que organiza el Centre Excursionista de Vila-real y la Fundació Caixa Rural y que, en esta ocasión, se ha enmarcado dentro de la programación del 750º aniversario de la fundación de la ciudad.

A las ocho de la mañana estaban convocados en la plaza de la Vila todos los interesados en realizar el recorrido que, nuevamente, ha incidido en el patrimonio arquitectónico y natural con que cuenta Vila-real, el primero de ellos, lamentablemente, escaso.

Esta vez, y dado el gran número de personas que se sumaron a la popular caminata, fue necesaria la colaboración de la Policía Local, en especial, en los puntos y cruces de calles y caminos que pudieran ser más peligrosos.

Espíritu cooperativo

El alcalde, José Benlloch; la presidenta de la Fundació Caixa Rural; y el presidente del Centre Excursionista, Manuel Rodríguez, fueron los encargados de cortar la cinta que dio inicio a una Volta a Peu que, además, estuvo marcada por el espíritu cooperativo y la solidaridad, por cuanto integrantes de la Congregació de Lluïsos recogieron 300 kilos de alimentos y productos de higiene que se entregarán a la Conferencia de San Vicente de Paúl, entidad que atiende a personas necesitadas.

La ruta botánica fue uno de los lugares querecorrieron los participantes en la Volta a Peu del Termet.

La ruta botánica fue uno de los lugares querecorrieron los participantes en la Volta a Peu del Termet. / MEDITERRÁNEO

En total fueron 11 kilómetros por el casco urbano y parte del término municipal, en los que Joan Batalla fue explicando detalles de la antigua muralla de Vila-real, la torre vigía del camino Sant Jordi, la ruta botánica junto al cauce del río Millars o el Molí Bisbal.

Tampoco faltó un alto en el camino frente al cementerio para reponer fuerzas, con un almuerzo popular en el que, además, se entregó un ejemplar de la reciente Breu Història de Vila-real.