FIESTA GRANDE

Más de 5.000 personas en un día con calor, lluvia y muchas paellas en Nules

La cifra de inscritos, que rondó los 4.800 participantes, se incrementó a lo largo del día por la llegada de personas de otros municipios y quienes comieron en restaurantes y acudieron a las actuaciones

Que el Día de Paellas de Nules iba a ser un éxito de participación ya se sabía en los días previos, cuando se confirmó que se habían alcanzado las 4.800 inscripciones. La única inquietud que quedaba en el aire para el Ayuntamiento, como es habitual y casi inevitable en eventos multitudinarios de este calado, era que todo se desarrollara con normalidad y que la anunciada lluvia no aguara la celebración.

Lo primero fue como se deseaba, sin incidentes reseñables (al menos que hayan trascendido). Lo segundo, no. Llovió. Un chaparrón corto pero que motivó una desbandada de comensales y paellas en cuestión de segundos. Hubo quien buscó resguardo, pero también quien ni se inmutó, al fin y al cabo solo era agua y muy necesaria. Además, no tardó en escampar, y la actividad se retomó como si nada hubiera pasado. Quedaba mucho por vivir por delante.

La concejala de Fiestas de Nules, Blanca Silvestre, se enfrentaba a la organización de sus primeras paellas, como ella misma reconoció, y quiso poner en valor todo el trabajo que suele pasar desapercibido cuando cientos y cientos de personas se movilizan para pasarlo bien. Puso el énfasis en «todos los departamentos municipales implicados, la brigada y la Policía Local», que ayer reforzaron su organización para dar respuesta a las múltiples necesidades del evento.

Donación de la leña

La edila también hizo una mención especial a «Manolo El Soro, que un año más ha donado la leña» que se repartió entre quienes se inscribieron y confirmaron que iban a cocinar la paella en la calle.

El buen ambiente estuvo presente a lo largo de toda la jornada de paellas en Nules.

El buen ambiente estuvo presente a lo largo de toda la jornada de paellas en Nules. / MÒNICA MIRA

Silvestre remarcó el hecho de que aunque las personas apuntadas rondaban las 4.800 personas, la cifra superó las 5.000, «porque todos los años, en especial a partir de la tarde, son muchas las personas que vienen de pueblos de la zona para sumarse a la fiesta». Entre otras razones, por el ambiente y por la programación musical, «que ha sido muy variada, con diferentes estilos y para un público infantil, joven y adulto», para que todos encontraran su espacio en algún momento del día.

Sobre la trascendencia de esta jornada para el municipio también hizo declaraciones el alcalde, David García, quien señaló que a las personas que tomaron la avenida Santa Aurora y su entorno, había que sumar «muchísima gente que aprovecha el día para reunirse y comer en cocheras o restaurantes, y que después acuden a la zona para disfrutar de la música».

El impacto de la fiesta

García destacó el efecto económico que tiene el Día de las Paellas para no pocos negocios del municipio. «Es un día grande para los supermercados y las tiendas de alimentación, pero en especial para el sector hostelero», concretó.

Indicó que «durante los días previos se pudo comprobar como la mayor parte de bares y restaurantes ya no tenían sitio para la hora del almuerzo», al tiempo que encuentran una oportunidad «en la gente que prefiere no preparar la paella y la encarga para comérsela después junto al resto de participantes». Un negocio que se extiende hasta la noche «porque no son pocos los que alargan el día y encargan cenas», por lo que «el día de paellas, desde un punto de visto económico, supone un beneficio para la población, pero en especial para la hostelería local».

Que esta es una fiesta de todos los vecinos, no solo se puede comprobar en las cifras que la resumen. A lo largo del recinto habilitado para la celebración, se pudieron encontrar a grupos de adolescentes que participaban en la cita por primera vez, peñas de diferentes edades, grupos de amigos y familias que aprovecharon la convocatoria para reunirse y estar juntos, o las quintas que han convertido el Día de las Paellas en una excusa perfecta para reencontrarse poco después de Sant Vicent.