VILLARREAL CF

La crónica | El Villarreal aprende a ganar en tierra hostil y tumba al Getafe (1-2)

Un Submarino muy superior encarrila rápido el partido, pierde a Gerard y sabe sufrir para ganar

Trigueros convierte el segundo gol del Villarreal ante el Getafe.

Trigueros convierte el segundo gol del Villarreal ante el Getafe. / ZIPI ARAGON

Ismael Mateu

Ismael Mateu

Así, sí. Así se gana en tierra hostil. Adueñándose del balón desde el pitido inicial, jugando con intensidad, garra y velocidad, sin complejos... y siendo efectivo en ataque. Al Villarreal no le pesó anoche la resaca de la Champions y saltó al Coliseum Alfonso Pérez para medirse al Getafe como si del Bayern de Múnich se tratara. Y claro, cuando tu plantilla es infinitamente superior y te aplicas, la calidad debe salir a relucir para imponerse. Eso hizo el Submarino, que venció 1-2 en un partido que dominó y fue mejor, pero en el que acabó sufriendo y sabiendo sufrir y que deja un peaje demasiado alto: una nueva lesión de Gerard Moreno.

En cada resaca europea, el equipo tenía una reválida liguera que en muchas ocasiones se le atragantaba a los de Unai Emery, especialmente a domicilio y ante rivales que pelean por mantener la categoría, como es el Geta. El técnico tenía que encarar el choque con rotaciones, ante la visita del Valencia a La Cerámica (martes 19, 21.30h) y tras el cansancio acumulado tras la proeza de salir vivo del Allianz y eliminar de la Champions al Bayern.

Y fueron siete los cambios que introdujo el preparador de Hondarribia en relación al duelo europeo. Solo el meta Rulli, el central Pau, el mediocentro Parejo y el goleador Gerard Moreno se mantuvieron de la gesta germana, es decir, un jugador por línea, la columna vertebral grogueta.

Oportunidad por tanto para esa unidad que lideran Aurier, Pedraza, Mandi, Iborra, Trigueros y Chukwueze, con una novedad sorprendente: Paco Alcácer. El delantero valenciano fue titular, en una clara declaración de intenciones de Emery de recuperarlo para la causa. Y ocasiones para marcar tuvo, y claras, pero el ariete de Torrent dista mucho del goleador que fue en anteriores clubs.

Salida arrolladora

Uno de los mayores temores que se planteaban en el Villarreal era la actitud y la intensidad del equipo, con el objetivo de no repetir los inicios cansinos y sin mordiente de Elche, Pamplona, Cádiz o el campo del Levante. Esta vez, los futbolistas amarillos no defraudaron. Parejo y Trigueros se adueñaron del balón y desde los inicios, los de la Plana Baixa mandaron en el juego, y en esta ocasión también en llegadas al área. Y no hubo que esperar mucho para anotar.

Tras un susto inicial en el que Rulli desbarató un mano a Aleñá, el Submarino se adelantaba en el minuto 6: pase magistral con la zurda desde su campo de Trigueros a Alcácer, quien toca de primeras para un Gerard Moreno que, también de primeras, batía a un Soria estorbado por el desvío de un compañero (0-1).

Un gol que borraba de un plumazo los fantasmas de visitas pasadas a rivales de la zona baja. Más si cabe cuando, nueve minutos después, en el 15, fue el propio Gerard quien asistió a Trigueros, quien fusiló de primeras a Soria, estableciendo el 0-2.

El partido se ponía de cara y el conjunto amarillo se adueñaba del esférico en un primer acto en el que la posesión fue 70% a 30% a favor de los grogutes. De hecho, Chukwueze, Aurier, Trigueros y Alcácer, con dos clarísimas --una sin portero--, tuvieron oportunidades para irse al descanso con una goleada aplastante. Eso sí, gracias a los dos paradones de Rulli que permitieron irse con 0-2.

Lesión de Gerard y a temblar

La segunda mitad arrancó con el mismo guión que la primera. Paco Alcácer tuvo otra solo en área pequeña, rematando flojo con la zurda nada más empezar, respondiendo Sandro Ramírez con un remate que despejó Rulli evitando, de nuevo, males mayores. Todo parecía un paseo en barca cuando en el minuto 61 Gerard Moreno se llevó la mano en los isquiotibiales de la pierna derecha, teniendo que pedir el cambio. Nueva lesión. Un percance que minó la moral del Submarino.

El Getafe olió la sangre y pisó el acelerador, y el examarillo Ünal no perdonó solo ante Rulli: 1-2 en el 63 y media hora por jugar. Emery movió fichas, fortaleció la medular con Capoue y Moi y refrescó el ataque con Lo Celso y Danjuma. El Villarreal se reactivó, supo resistir y se llevó tres puntos de oro en su lucha por Europa.

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