¿Cuántas capitales de países, ciudades importantes o plazas futboleras por excelencia hay en toda Europa que se hubieran cambiado el pasado martes por ser Vila-real? Muchas. Casi todas. El Villarreal CF, es decir, el proyecto que lideran el presidente, Fernando Roig, y el consejero delegado, Roig Negueroles, ha demostrado a todo el planeta fútbol que desde la pasada campaña ha venido para quedarse y consolidarse entre la élite europea.
Unai Emery, un entrenador ganador
La llegada de Unai Emery al club de la Plana Baixa ha repercutido en el objetivo que tenía el club con su contratación: dotar de la ambición y gen competitivo que adolecía el club en las últimas campañas. Con el técnico de Hondarribia en el banquillo, un preparador laureado y que ha dirigido a verdaderos trasatlánticos del fútbol europeo, el Submarino conquistó la Europa League 2020/21 y en el presente ejercicio 2021/22 se ha codeado con los grandes del Viejo Continente, siendo uno de los cuatro semifinalistas de la Champions League, donde ha eliminado a Juventus y Bayern de Múnich y le llegó a sacar los colores en La Cerámica al Liverpool.
Crecimiento social
Si en algo podría decirse que cojeaba el club era en su reconocimiento social y en la cohesión de una masa social numerosa y fiel. Ello se ha fraguado en las dos últimas campañas. Las excelentes trayectorias tanto en la Europa League como en la Champions han servido para brotar una gran cantidad de nuevos adeptos a la causa, especialmente gente joven, un perfil que se ha arraigado en el Villarreal con recibimientos, quedadas, cánticos y convirtiendo a la marea grogueta en algo habitual tanto en Vila-real como en los desplazamientos.
Nivel deportivo
El club, además, está sabiendo elaborar año tras año plantillas muy competitivas, convirtiendo al Villarreal en uno de los seis club más pudientes de LaLiga y uno de los claros aspirantes a conseguir plaza europea temporada tras temporada.
Además, el hecho de contar tanto con un entrenador como con un bloque de futbolistas de primer nivel repercute positivamente en posibles llegadas venideras. De hecho, el Submarino es uno de los clubs preferidos por los jugadores de nivel como destino, como demuestra el hecho de que Foyth o Lo Celso prefieran el Villarreal al Tottenham. Claros ejemplos de un equipo sin límites.
